El Málaga se entrega a Schuster

La primera ficha del dominó cayó por la mañana. Se llegó a un acuerdo para rescindir definitivamente el contrato de Manuel Pellegrini y, acto seguido, el Málaga anunció el compromiso por cinco temporadas con Bernhard Schuster. Más tarde, el Manchester City hacía público su vínculo por tres temporadas con el chileno. Se escenificaba de esta manera la transición, el cambio de poderes. Tras el mejor técnico de la historia del Málaga el club ha pretendido dar un golpe de efecto, conferir credibilidad a un proyecto zozobrante con una contratación de un nombre bien conocido por trayectoria e historial por cinco temporadas, hasta 2018. Aunque sea con cláusulas de ruptura, revisables por las dos partes, es una apuesta y un mensaje pretendido de que el Málaga es sostenible a medio y largo plazo. Falta ver la aplicación práctica de tamaño envite.

Si Mario Husillos definió a Manuel Pellegrini como "el faro de este proyecto" el símil es aplicable ahora a Schuster. La propiedad del Málaga, a la que ahora se suman un par de representantes de Blue Bay que desde hace semanas están presentes activamente, pretende que el alemán se convierta en el rostro reconocible que guíe el proyecto, que sea algo más que un técnico al uso. De ahí la muestra de confianza, interna y externa, de los cinco años. Schuster lleva un par de años fuera de la rueda de técnicos, desde que en 2011 dejara el Besiktas. En este periodo tuvo propuestas diversas. Desde Catar o Dubai a la del Wolfsburgo. Se dio por hecho su fichaje en enero pasado por el club alemán, pero finalmente se torció antes de firmar. El Málaga, cuenta gente cercana, sí ha conseguido tocar la tecla para que Schuster se vuelva poner el chándal. A sus 53 años, tenía ganas de ser seducido.

Tanto Vicente Casado, que concretó la contratación del bávaro el pasado miércoles en Estambul, donde Schuster pasaba unos días de vacaciones, como Moayad Shatat han dialogado en persona con el nuevo entrenador malagueño. El representante del jeque, según aseguran desde el club malagueño, quedó bastante satisfecho de la reunión y otorgó el plácet a la contratación. De Schuster se pretende que se involucre en la contratación de jugadores, que lidere el proceso para dar hueco a la cantera de la que se debe nutrir en esta nueva etapa el club, que sea un activo no sólo dentro del terreno de juego. Por más que se busca una figura de director deportivo que se complemente con él. El nombre del veleño Boquerón Esteban, que fuera compañero de Schuster en el Barcelona como futbolista, está encima de la mesa. Pero se insiste en que la parsimonia que se ha tenido para atinar con el entrenador puede ser la misma. Aunque en plena ebullición del mercado no parece lo más aconsejable carecer de esa figura.

El nombre de Schuster vale también como banderín de enganche para la campaña de abonados. Hay 12.000 renovaciones automáticas, pero queda faena para conquistar a los dubitativos. El sueldo de Schuster será, obviamente, ostensiblemente más reducido que el de Pellegrini. El alemán y su equipo no superan, según más de una fuente consultada, por mucho el millón de euros de coste, aunque existen los clásicos bonus. Su equipo lo forman el ex futbolista Fabio Celestini, que estuvo a las órdenes de Schuster en Levante y Getafe, como segundo entrenador y Carlos Cascallana como preparador físico. El suizo fue un centrocampista inteligente, se valora su capacidad para hablar idiomas y el alemán lo tuvo como discípulo predilecto por su visión del fútbol. En su día organizó un partido benéfico en La Rosaleda a favor de la fundación 442 que preside. Cascallana estuvo vinculado durante muchísimos años al Atlético de Madrid, donde estuvo controlando hasta hace poco el fútbol base, y tiene una amplia experiencia. Ya acompañó a Schuster en su última aventura profesional, en el Besiktas de Estambul.

El alemán llegará la próxima semana a Málaga para ser presentado, planificar la plantilla y asumir el mando de las operaciones. Tiene faena por delante junto a los dirigentes, que ofrecerán otra comparecencia para explicar el proyecto. Se entiende que la apuesta de Schuster por el buen fúbol que exhibió en los cuatro equipos españoles en los que militó tiene recorrido y entronca con el legado construido que dejó Pellegrini en Málaga tras dos años y medio. Sin solución de continuidad, comienza la era Schuster.