Manifestación contra el cierre continuado de Inacua
Natación
Padres y madres del club convocan el próximo domingo 20 de noviembre a las 11:00 horas protestar por los casi ocho meses de cierre de la instalación
La apertura que no llega
Camino de los ocho meses desde que las piscinas interiores de Inacua, de propiedad municipal aunque de gestión privada, se cerraran por el desprendimiento de una parte del techo, la instalación sigue clausurada. Hasta ahora ha seguido abierta la externa de 50 metros, pero con el clima que se enfría, pese a que se ha ido subiendo la temperatura del agua (el contraste después cuando se sale a la superficie hiela el cuerpo), hay que cerrarla. El Ayuntamiento se ha manifestado, a través de su alcalde o se su concejala de Deportes, argumentando que se buscaban soluciones y que se abriría en breve, pero la paciencia se agota.
También se ha estado yendo a Torremolinos, donde ya se celebró el pasado Open de Primavera después de que se produjera el desperfecto en la instalación. Algunos nadadores de élite, como el doble campeón del mundo junior Carlos Garach, granadino que desde años se entrena en el Centro de Tecnificación que se creó en la piscina malagueña poco después de que fuera abierta en 2008, van ahora a Sierra Nevada y después a competiciones como el Mundial de Australia, pero la base no tiene lugares donde trabajar.
El Club Inacua tiene a cientos de niños trabajando que ahora se quedan sin alternativa. También sufre los rigores el Club Waterpolo Málaga. Y los más de 5.000 socios que pagan su cuota para disfrutar, entre otras, de las actividades acuáticas. Se ha convocado por parte de padres y madres del club una manifestación para el próximo domingo 20 de noviembre a las 11:00 horas en la que se recorrerá el camino entre la Calle Larios y el Ayuntamiento para protestar una situación a la que las autoridades no han dado solución en ya demasiado tiempo. No se han acometido los trabajos de mejora, se achaca a la burocracia, y los técnicos del Consistorio no dan el permiso pertinente porque consideran que no se cumplen las condiciones de seguridad para albergar a los cientos, a veces miles, de personas que pasan cada día habitualmente por una instalación que era puntera y que ha albergado campeonatos del máximo nivel nacional y alguno internacional. De hecho, también se está perdiendo una financiación con los numerosos nadadores de países del Centro y Norte de Europa que venían en periodos invernales para trabajar.
El problema traspasa los límites de la natación de alto rendimiento. En los tres vasos interiores (uno de ellos, la piscina de 33 metros, se suele dividir a su vez en dos) no sólo se entrenan nadadores de competición. El grueso son opositores que se preparan, niños que se inician y se forman, también personas mayores que realizan su gimnasia de mantenimiento en agua, donde se descarga peso, gente que se rehabilita de problemas concretos o crónicos y, en general, que intenta mantener la forma física, básica para el bienestar y la prevención de enfermedades.
A raíz del vaciado de las piscinas y la pérdida de presión también han salido a flote algunas goteras importantes de la instalación en algunos de los vasos, como el principal, el que más usuarios absorbe, con 10 calles de 50 metros. Estaba acostumbrado a una cantidad de presión y, tras estar vacío, al llenarse otra vez había muchísima fuga de agua. Hay que hacer un sellado de emergencia. Se han pedido presupuestos de obra, pero los tiempos administrativos son lentos. Allí se batieron récords del mundo en su día. Va camino también de conquistarse el de tiempo cerrado.
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