De Iten a Álora
Maratón de Málaga
El ganador Mark Korir desgrana cómo vive y se entrena en una ciudad a 2.400 metros de altitud
El primer español fue el malagueño Antonio Jesús Aguilar
En un maratón coinciden atletas de élite con aficionados, también con otros deportistas que matan el gusanillo con la carrera a pie. Por ejemplo, el ex futbolista Juan Rodríguez o el ex baloncestista Luis Conde desfilaban por las calles de Málaga durante la prueba. También había apoyo solidario para los enfermos de ataraxia telangiecitasia, que completaban en sus vehículos la extensión de la mítica distancia del maratón.
El ganador fue Mark Korir, un keniano de 36 años natural de Iten, localidad de 9.000 habitantes situado a 2.400 metros sobre el nivel del mar en el altiplano keniano, la mejor cantera por profundidad de fondistas de la historia. De allí son también Paul Chelimo o Peres Jepchirchir, campeona olímpica de maratón en Tokio. “Fue fantástico para mí, después de la pandemia del coronavirus estoy muy agradecido por esto. No corrí el año pasado y este año fue increíble venir al Zurich Maratón Málaga. Yo hice 2015 en París 2:05, era mi mejor marca. En España estuve en la Azpeitia-Azkoitia antes. Allí la pandemia no fue muy mal, pero todo el mundo cuidaba de sí mismo y no viajábamos”, relataba Korir, aún exhausto pero con extrema amabilidad al entrar en meta.
“Me encanta Málaga, la ciudad es preciosa y durante el recorrido había mucha gente apoyándome y gritando. “Vamos, vamos”, me decían. Ahora lo celebraré con mi familia y le llevaré algún regalo”, respondía con espontaneidad, al tiempo que explicaba las claves de la carrera: “Fue muy bonita. Yo no corrí el año pasado, es mucho tiempo, y entonces yo ahora tengo mucha energía y por eso hice una gran marca. Tenemos un gran grupo de entrenamiento en Kenia, muy buenos, que hacen 2:04 y 2:05. Yo corro 30 kilómetros al día, puedo llegar algún día a 50”. Una receta que parece sencilla, pero que explica por qué destrozó el récord del maratón.
Antonio Jesús Aguilar fue el mejor corredor español. Es malagueño, de Campanillas, y corre por el Álora. Acabó 15º en la general, octavo en hombres, con un tiempo de 2:30.33. Historia curiosa la suya, triatleta que fue internacional y que hizo varios Ironman. Nunca había corrido un maratón solo, siempre con la carga previa de los 3.800 metros de natación y los 180 kilómetros de bicicleta. “Me habían dicho que hiciera de liebre, que pasara la media en 1:13 y ya me puse a correr y entre volver en metro y esto, pues me dije ‘voy a correr’ un poco más. No llevaba dinero y me he visto lejos”, bromeaba Aguilar, de Campanillas, pero muy ligado a la Álora que lleva en el pecho: “Mi familia es de Álora y estoy muy arraigado al pueblo. Llevo toda la vida haciendo deporte, fui triatleta internacional. Es mi primera maratón sin 180 kilómetros antes. 2:52 después de esa paliza era mi mejor marca”.
Tras el selecto grupo de africanos, muchos nombres de reminiscencias nórdicas o británicas. Un síntoma de que, pese a que la pandemia ha limitado el desembarco de extranjeros por la burocracia que se exige para viajar por el coronavirus, es un campo de expansión y crecimiento del maratón de Málaga, que con el impulso de Zurich se va consolidando como una prueba de referencia. Pocas veces se ha corrido en España por debajo de 2:08, sólo en escenarios selectos. Y Málaga empieza a acercarse a la liga en la que juegan Valencia, Sevilla, Barcelona, Madrid y San Sebastián, considerado el Top 5 a nivel nacional.
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