María Claro y más brotes verdes en Sabadell

Desde los Juegos de Barcelona’92, Málaga encadena siete citas olímpicas con presencia de algún nadador en la piscina. La salida de la élite de Duane da Rocha, definitiva, y Carlos Peralta, indefinida, hacen que esa secuencia corra cierto riesgo de cortarse desde que María Peláez la comenzara con apenas 14 años. Está la opción de que acuda Paula Ruiz en la especialidad de aguas abiertas, eso sí, a Tokyo. La joven (1999) trabajará el próximo año en esa posibilidad, pero no será en la piscina.

Se celebra estos días el Open de Primavera de Sabadell, donde se otorgan los billetes para Gwangju (Corea del Sur). Y la representación malagueña se basa prácticamente en la nueva ola. Emergen nadadores juniors interesantes, que ya han sido internacionales en categoría menor. Quizá la que más María Claro, que acumula dos oros en 1.500 y 200 mariposa y una plata en 800 metros. Todo ello en categoría junior.

Se disputan de manera simultánea a los campeonatos absolutos. El mejor resultado de Claro, también asidua a las aguas abiertas, fue el bronce en categoría absoluta en los 200 mariposa, por detrás de Mireia Belmonte. Su marca de 2:13.44 le dio la mínima para participar en el Europeo junior el próximo verano (del 3 al 7 de julio) en la ciudad rusa de Kazán. Claro, que se inició en el Mijas y ahora nada para el Mairena, fue el pasado verano fue medalla oro en la Copa Comen de aguas abierta en Grecia y ha estado en concentraciones de la selección española repetidamente.

En la final de 1.500, la medalla de bronce fue para la malagueña María de Valdés (Liceo), también habitual de las aguas abiertas. Se adelantó a Paula Ruiz (Mairena), quinta. María Claro ocupó el sexto puesto absoluto, a cinco segundos de Ruiz. En los 800, De Valdés también fue bronce, con María Claro en sexto lugar y Ruiz en el séptimo.

También ha habido en Sabadell más medallas en categoría junior. Carlota Torrontegui (Inacua) fue bronce en los 200 metros mariposa y Ángel de Oña, del mismo club, fue plata en los 1.500 metros. Son semillas de la cantera malagueña que ofrecen señales para que no se seque la cosecha.