La radiografía de la eclosión de Ouassim

Atletismo

Su padre, Abderrahim; su entrenador, Antonio Serrano; y Enrique López Cuenca diseccionan a la nueva sensación del atletismo español, nacido y forjado en Nerja, tras su exhibición en Cáceres

Ouassim Oumaiz, con su padre, Abderrahim. / M. G.

El chiringuito de Ayo, en Nerja, se hizo famoso en toda España por la mítica serie Verano azul, allá a comienzos de los 80. “Ayo fue un gran atleta, el primero que compitió a alto nivel en Nerja, empezó en 1957 y de ahí bebimos todos los que después nos dedicamos al atletismo. Hasta no hace muchos años tuvo el récord de maratón de Málaga, poco más de dos horas y 20”, explica Enrique López Cuenca, presidente del club de la localidad, factótum del atletismo malagueño y vicepresidente de la Federación española. En el Chiringuito de Ayo trabaja como camarero Abderrahim Oumaiz, padre de Ouassim, el chaval de 19 años que este domingo se convirtió en el campéon de España de cross más joven de la historia y que revolucionó el mundillo del atletismo nacional, ávido de fondistas de calidad. “Aquí llevo 33 años, en la misma empresa, el Chiringuito de Ayo. Es una gran persona, me ha ayudado a mí mucho y también a Ouassim. Le gusta el deporte, corría el maratón. Se emociona con mi hijo cuando corre, está siempre mirando sus carreras”, relata Abderrahim, aún emocionado por lo que consiguió su vástago.

Puede parecer una exageración las portadas por un Campeonato de España de cross, pero enlaza lo que consiguió Ouassim con el subcampeonato europeo sub 20 de campo a través que logró en diciembre en Holanda, sólo detrás de Jakob Ingebrigtsen, la gran estrella del atletismo continental en estos momentos. Es también su manera, su zancada elegante, su superioridad contra rivales de la élite patria. Y, claro, su billete para el Mundial absoluto de Aarhus, en el que competirá el próximo 30 de marzo, justo el día que cumple 20 años.

Ouassim, tras ganar la plata en el Europeo sub 20.

Ouassim Oumaiz es malagueño, nació en Nerja en 1999. “Nerjeño 100%”, recalca su padre. Nike ya le ha cortejado para que vista su camiseta. Vista su proyección, es algo incontenible que acontecerá a no mucho tardar, pero esta temporada prefirió seguir vistiendo en competiciones de clubes la emblemática camiseta celeste del Nerja Atletismo, factoría de atletas desde hace tres décadas, el mejor club de Andalucía y uno de los mejores de España. Allí se alumbró Álvaro Fernández, olímpico en Atenas’04, y en sus escuelas empezarían Borja Vivas y Josué Mena, otros internacionales malagueños.

Abderrahim Oumaiz

"Desde pequeño se comporta como un mayor, hace lo que se le dice sin quejarse"

“Empieza en alevín, lleva toda la vida, ya llamaba ahí la atención. Cuando llega a cadete está parado casi un año entero. Creció mucho y le dolía mucho la rodilla al correr. Volvió en juvenil, fue campeón de España de cross, como en junior. Y ahora ha pegado este pelotazo histórico. No hay precedente, sólo Mariano Haro lo había hecho, ganar seguido junior y absoluto, y entonces la categoría junior llegaba hasta 21 años. También fue la manera, esa facilidad...”, relata, también alegre, López Cuenca sobre Ouassim Oumaiz. Haro, primer gran fondista a nivel planetario del atletismo español, fue subcampeón mundial de campo a través y finalista olímpico en Múnich’72 y Montreal’76 (cuarto y sexto en los 10.000 metros).

El joven atleta es tema de conversación en Nerja. “Sí, todo el mundo habla y me felicita. Está fuerte, está entrenando duro y los resultados salen. Fue un gran día del atletismo nerjeño, malagueño y andaluz”, asegura Abderrahim. Fue un atleta de muy buen nivel, corrió en Marruecos, en categorías inferiores fue internacional. Tiene una mejor marca de media maratón de 1 horas y 3 minutos, palabras mayores, conseguida a finales del siglo pasado. “Quedé detrás de Martín Fiz en la Media de Málaga. También gané una carrera de 10 kilómetros en Hannover, Alemania, o un 5.000 en Perugia, Italia”, asegura. El año pasado hizo la Media en 1 hora y 11 minutos. Una marca extraordinaria para un atleta de 50 años.

Enrique López Cuenca y Ouassim Oumaiz. / @nerjaatletismo

Ouassim es el tercero de cuatro hermanos. “Con los dos grandes, Anass y Achraf, también intenté que fueran por el atletismo, pero no les gustaba. Hacen deporte, a uno le gusta la gimnasia y a otro el kickboxing”, relata Abderrahim: “Pero a Ouassim sí le gusta correr, desde pequeño se comporta como un mayor, siempre con su trabajo, entrenando fuerte y cumple siempre con lo que dicen. Siempre, no se queja. Hasta los 16-17 años lo entrené, pero tengo mucho trabajo. Le estuve dirigiendo, le tiraba las series, pero cuando llega a junior, para mí es muy difícil, tiene ya un ritmo más fuerte que el mío. Decidimos mandarlo a Madrid y la verdad es nos ha costado mucho esfuerzo. Antonio Serrano [su entrenador] buscó un colegio allí. También el alojamiento era un poco caro, pero nos arriesgamos. Había 1.200 euros de gasto al mes... Pero ha salido bien de momento, ya ha entrado en la Blume, allí tiene la alimentación y la estancia”.

Enrique López Cuenca

"Hay que ser prudentes pero hay que disfrutarlo también, estamos absolutamente eufóricos"

Nadia, la madre de Ouassim, también practica el atletismo, a un nivel más modesto. Sale con Las Trotas, como se hace llamar un grupo de atletas veteranas de Nerja que practica el atletismo. “Todos en la familia hacemos deporte”, asegura Abderrahim, que inculcó el atletismo a Ouassim desde pequeño: “Ese estilo que tiene hay que trabajarlo de pequeño. Mucha gente me decía que lo iba a quemar, pero sabía lo que estaba haciendo, lo puede decir Antonio Serrano, que lo ha cogido hace un año y medio. Está bien preparado de fondo, de técnica... Sin ningún fallo, todo estudiado y programado, ha dado un salto trabajando con grandes atletas como Javi Guerra o Mechaal y otros grandes. En Nerja no hay atletas de su nivel y circuitos para correr hay menos. La pista del estadio está bien, aunque ahora la están arreglando. Cuando viene, vamos también a Carranque y Torremolinos”.

Antonio Serrano fue un gran fondista español de finales de los 80 y los años 90. El primer español en bajar de las 2 horas y 10 minutos en la maratón, fue dos veces olímpico (Seúl’88 y Barcelona’92), muchas veces internacional y se licenció en Educación Física. Dirige un grupo de élite en Madrid y trabaja en la Residencia Blume, centro de alto rendimiento multideportivo en la capital. Ahora tutela los entrenamientos de Oumaiz. Su agente es Miguel Ángel Mostaza, el más prestigioso del atletismo nacional. Hombre experimentado, es prudente aunque sus palabras translucen ilusión por el atleta al que dirige.

Ouassim, en el cross de Itálica.

“Cuando llegó aquí hace años y medio tenía muy buena pinta, tenía ganas de ser un buen atleta. Todo no es color de rosa, ha habido momentos duros, lesiones, no pudo ir al Mundial de 1.500 el pasado verano como queríamos... Este invierno sí ha salido como estaba pensado”, reflexiona Serrano: “Ser subcampeón de Europa sub 20 de cross como lo fue [tras Jakob Ingebrigtsen] me indicó que podía correr con los grandes en campo a través. Podía haber hecho pista cubierta, pero vimos mejor que hiciera cross, por suerte ha ido bien el proceso. Es el campeón de España más joven de la historia y ahora tendrá el premio del Mundial, para ir cogiendo experiencia. Será mucho más duro, con etíopes, kenianos, eritreos... La idea es hacer un puesto decente, nada más”.

“Tiene talento, tiene lo genético y también la actitud, en la que también nos fijamos. Con 19 años está haciendo grandes cosas. A mí me gusta ir con cuidado y no quemar etapas, mi idea es que mis atletas sean longevos, no quiero flores de un día. Que puedan tener una carrera de 12-15 años. Estamos poniendo esas bases”, admite Serrano, que, no obstante, no pone puertas al campo: “Ouassim hace ya entrenamientos que otros atletas tardan seis o siete años en completarlos. Él tiene esa sangre africana y hay que aprovecharla, si con 20-21 años está arriba con los mejores, pues tampoco hay que frenarlo. Lo bueno es que esté muchos años ahí. Hay muchos africanos que sobresalen, ganan un dinero con el que pueden vivir después en su país tranquilamente y se acaban. Ouassim tiene mentalidad adecuada. Si tienes una figura, por qué vas a evitar que corra fuerte. Ha entrenado bien y todo suma. Lleva sus años entrenando, tiene una base muy buena. Es un portento. Con 19 años hace entrenamientos que no hacen otros con 25-26 años. Es un portento como Mechaal o cuando me llegó Juan Carlos Higuero. Hay que pulirlo a base de enrenamiento y cuidado para que lleguen esas medallas que todos deseamos. Tiene algo especial, es evidente, lo refrenda con unos entrenamientos de alto nivel. Hace caso, se cuida, lo que más le gusta es entrenar. Está concienciado de que quiere ser un atleta de alto nivel y hace el trabajo que debe”.

Antonio Serrano

"Con 19 años hace entrenamientos que otros no hacen con 25 o 26"

“Es disciplinado”, prosigue Serrano: “Con las redes y toda la información que hay hoy en día, los atletas se fijan demasiado en el talento de los demás. Cuesta más que se concentren en trabajar. Él es todo lo contrario, muy centrado, sabe lo que quiere. Hace un curso de inglés, se está formando también con varias cosas paralelas, pero está centrado en entrenar. No es de los que se despista”.

Y es que, cuenta Abderrahim, “Ouassim estuvo toda su infancia en casa o corriendo. Con 20 años nunca pisó una discoteca, le decimos ‘vete, hombre, sal un poco’. Viene de Madrid y se encierra a casa. Su concentración, su comida, su dieta. Todo programado. Le decimos que salga, se toma un café con los amigos y a la media hora ya está en casa”, relata su padre: “Puedes preguntar en cualquier club de Andalucía, es humilde, simpático, no se mete en nada. Tiene los pies en el suelo, lo hemos educado así, puede llegar donde llegue, pero tiene claro que no debe cambiar. Todo el mundo, allá donde va, siempre le anima. Es un chaval cariñoso y sensible”.

Ouassim, en un cross de esta temporada, en Amorebieta.

“Es un chaval con talento, hay que ser prudentes. Es más fácil venir de cero y todo es maravilloso, lo difícil no es llegar, los que llevamos muchos años intentamos relativizar. Vimos grandes atletas que explotan y hay que ser capaz de mantener la ilusión, las ganas, la capacidad de sufrir....”, confiesa Enrique López Cuenca: “Pero ahora hay que disfrutarlo. Carpe diem, estamos absolutamente eufóricos, en el pueblo es el tema de conversación. Tras más de 30 años de trabajo, que salgan estas cosas pues da mucha alegría. Lo veía en la portada de vuestro periódico y pensaba ‘¡Qué difícil es ser portada por hacer algo bueno y no por algo malo!’”.

Advierte Abderrahim que la saga no se acabó con Ouassim. La pequeña Douaa, con nueve años, ya se sube al podio también. “Tiene estilo, un muy buen cuerpo para correr. De momento va muy suave, muy tranquilamente. Ouassim estuvo la infancia encerrado. Quiero que disfrute un poco, es pequeña, pero poco a poco ya va corriendo cada vez más”, sentencia el padre de la nueva sensación atlética.

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