Pawlowski se reivindica en el triunfo ante el Servette (1-0)

Bartlomiej Pawlowski, olvidado por Schuster, fue ayer el gran protagonista de la victoria del Málaga ante el Servette en el amistoso que disputaron en el estadio de atletismo (1-0). No sólo porque marcó el tanto del triunfo, sino porque el futbolista polaco fue el mejor elemento de todos los que desfilaron por el Ciudad de Málaga.

En pleno ostracismo en los encuentros oficiales y con varios focos de atención en la tarde-noche, el centrocampista cedido por el Widzew Lodz mostró varias de las virtudes que hicieron que el Málaga se fijara en él. Definición, como quedó patente en la vaselina con que transformó un gran pase al hueco de Darder, movilidad y regate por banda y polivalencia para desempeñarse en varias posiciones. Además, Pawlowski fue de los pocos miembros de la primera plantilla que disputó el encuentro íntegro.

Había ganas de ver igualmente a José Manuel Casado. La primera buena noticia es que aguantó el ritmo de los 90 minutos; la segunda, que poco a poco se fue animando a desplegarse por su carril para recuperar las sensaciones que demostraba hace más de ocho meses, antes de su grave lesión.

Como era de esperar, también El Hamdaoui fue de la partida ante el conjunto suizo. El delantero holandés-marroquí no tuvo tanta fortuna y notó bastante los casi tres meses sin jugar un encuentro que llevaba a cuestas. Apenas pudo entrar en contacto con el esférico y gozar de ocasiones ante el marcado defendido por Roland. Juanmi marró un penalti al mandarlo al travesaño y el equipo acabó plagado de filiales.