Picasso se hace del Dortmund

Los aficionados alemanes tomaron casi por completo el centro de la ciudad La Alcazaba, la catedral y las cervecerías fueron los destinos preferidos por los 3.000 hinchas visitantes

Dos aficionados alemanes brindan con cerveza.
Dos aficionados alemanes brindan con cerveza.
José M. Rebollo Málaga

04 de abril 2013 - 05:02

Un encuentro de trascendencia como son los cuartos de la Champions mantienen a una afición en vilo hasta la hora del comienzo. El himno de la Liga de Campeones, las 20:45, momentos decisivos que marcan la historia. Pero las horas previas hay que rellenarlas de alguna forma y la favorita de los aficionados alemanes ha sido visitando la ciudad y las cervecerías de Málaga. Una invasión sin igual, 3.000 germanos ocuparon las calles del centro, que se desarrolló en un ambiente pacífico, sin incidentes, y dando de nuevo un ejemplo de sana deportividad a los mandamases de la UEFA.

A primera hora de la tarde, algunos aficionados no podían aguantar más. Faltando cinco horas para el encuentro ya se encontraban rondando por el estadio malaguista. "La gente ha sido muy amable con todos. Nos han tratado bien y han sido muy amistosos con todos nosotros. Llevamos tres días aquí y hemos llegado sin problemas", comentaba Thomas, un aficionado del Dortmund, sobre el trato de los malagueños.

Sin embargo, parece que su estancia se ha limitado al centro de la ciudad y desconocían por completo los alrededores del barrio, lo que dejado a algunos hosteleros casi igual que siempre, como afirmó José Antonio Miranda, propietario del Bar Rosaleda: "No hemos visto ningún alemán por aquí. La agencia de viajes que les ha traído les ha tenido sólo por el centro. Entre la lluvia y todo lo demás, la verdad es que poco ambiente se ha visto por aquí. Ni un alemán hasta el momento".

Algunos no han tenido tiempo para disfrutar de los encantos de la ciudad, como es el caso de Michael y su hermano Bernard: "Hemos llegado a las 11 de la mañana y salimos esta noche. No hemos visto demasiado y no creo que lo hagamos además del partido". Para colmo, el clima tampoco acompañó demasiado con una ligera lluvia que cayó a lo largo de la tarde. "Lo único de lo que nos habían hablado era del tiempo pero en Alemania se está mejor ahora mismo", dijeron. Otros, como fue el caso de Marcel, parece que no tuvieron demasiados ojos para los monumentos: "Lo mejor que puedo decir es que vuestras mujeres son hermosas. No hemos podido ver mucho más porque hemos llegado hoy".

Aunque la mayoría eran jóvenes, también había algún veterano, como fue el caso de Mathias. El aficionado del Dortmund estuvo presente en la final de la temporada 1996/97, en la que los alemanes conquistaron su primera, y única, Copa de Europa hasta el momento. Parece que Mathias quedó encantado con la ciudad. "Es muy amistosa la gente aquí en Málaga. A pesar de la lluvia y del clima se está muy bien. Lástima por el tiempo de hoy [por ayer], el resto de días ha sido maravilloso. Hemos visto la catedral y la parte antigua de la ciudad, la verdad es que es muy bonita", dijo. Otro veterano en los desplazamientos, a pesar de su juventud, es Denis, uno de los que viajó a Donetsk en octavos y por ello pudo acceder a las entradas. Él decidió matar el tiempo previo al encuentro haciendo turismo por el centro de la ciudad. "Vimos el centro de la ciudad y la verdad es que es la más bonita que he visto en mis desplazamientos, y eso que he viajado a muchos partidos fuera de casa. Lo que más me ha llamado la atención es el castillo (refiriéndose a la Alcazaba). Es realmente impactante", declaró.

El centro presentaba un aspecto excelente y los alemanes se mezclaban sin ningún problema entre los viandantes, bienvenidos en las terrazas de los bares, como es el caso de Antonio Sánchez, responsable del restaurante Pepa y Pepe: "De momento, de las mejores aficiones que han venido por Málaga, en todo: comportamiento, gasto... todo. Lo poquito que me he podido entender con ellos muy bien, todo correcto. Ellos animan a su equipo, nosotros al nuestros y compartimos los cánticos. Hemos compartido charla con un señor y estamos planeando ya quedadas con ellos en el Westfalenstadion". El fiel reflejo fue ver bailando flamenco a una aficionada con la camiseta del Dortmund junto a un malaguista. Una exquisita mezcla de culturas con el fútbol por bandera.

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