Podemos tener esperanza
VIENDO el partido de ayer podemos tener un atisbo de esperanza, llegar a creer sin riesgo a equivocarnos que pronto saldremos del farolillo rojo. Para decir estas palabras me baso en tres o cuatro hechos que ocurrieron dentro del rectángulo de juego. Lo primero, y fundamental, es que las dos líneas de cuatro (formó con un 1-4-4-2) estaban bien juntas. Así, por ese poco espacio que había entre ellas, los bandas son capaces de ayudar a los laterales y estos no se quedan vendidos como venía pasando.
Otra de las cosas que me gustó mucho es la movilidad de los jugadores de arriba, tanto par fijar a los dos centrales como cayendo a banda para recibir el balón y, desde ahí, empezar el ataque.
El siguiente aspecto positivo fue la presión que ejercían los jugadores al hombre que tenía el balón en el equipo contrario. Pero esto duró únicamente 30 minutos, porque es imposible hacerlo los 90. Esto hizo que el Hércules nunca jugara cómodo y así evitamos los balones a la espalda de los centrales y laterales de nuestro equipo.
Por primera vez en la temporada vi lo que estaba reclamando desde hace varias jornadas: que el que vaya a presionar, robara. Pues ahí es donde estaba fallando el Málaga, que el jugador iba a la presión, pero no robaba. Al fin, esta vez sí lo hacía gracias a la intensidad, superior.
Yo creo que Manuel Pellegrini sólo necesitó 90 minutos para diagnosticar la enfermedad del Málaga (me refiero al partido del Espanyol, claro). Y en sólo cuatro días, el tiempo que dispuso hasta que le llegó su primera prueba, le puso la primera dosis de medicina. Esto no quiere decir que la enfermedad esté curada, porque con una dosis no es suficiente para que remita totalmente, pero sí que ya se está tratando con la medicina adecuada.
A partir de ahora empezamos a luchar por salir del descenso con estas herramientas, que son las que tenemos. Nos va a costar, esperemos que poco, pero seguro que lo lograremos. Considero a Pellegrini uno de los grandes entrenadores que, donde estuvo, siempre triunfó. San Lorenzo, River, Villarreal y también el Real Madrid, porque volver a repetir lo que él logró en el club blanco va a ser un éxito y considero bastante complicado que alguien lo haga. Eso sí, esperemos que no nos pase como en la visita al Zaragoza, que creíamos que nos íbamos a comer el mundo y, en realidad, lo que nos dieron fue una cura de humildad.
Quiero hacer una mención especial para Recio. Considero, desde hace tres años, cuando lo vi por primera vez jugando en el Liga Nacional del Málaga, que es uno de los jugadores que sin ningún lugar a duda puede ser de Primera División. Pero, desde aquí, niño, no me gustaría que te pase como a la gran mayoría de los de la cantera, que llegan a Primera y desaparecen porque hay gente que apura su crecimiento. Si me pusiera a dar nombres, tendría que escribir varias páginas. Y lo que quiero que sepas es que lo importante no es llegar, sino mantenerse. Y para mantenerse en Primera, hay que hacer el doble de esfuerzo que todos tus compañeros, en todos los sentidos. Pero lo que tienes que hacer es ir pasito a pasito, sin prisa, sin que nadie apure tu proyección deportiva para beneficio propio. Que lo que te rodea no influya en ti. Porque ahora van a estar a tu alrededor y te van a llamar miles de personas. Pero en los momentos malos es cuando te arrepientes de haberle hecho caso a esa gente. Por lo tanto, nunca te separes de los tuyos. Niño, tranquilo, que el fútbol no se queda con nada de nadie y tú eres futbolista de Primera División. Mucha suerte en tu nueva andadura.
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