Punto y final

El Málaga ansía la redención, de un año de sustos y de la mala imagen en Getafe, certificando hoy la salvación Vale el empate, aunque un arropado Elche se juega la vida en La Rosaleda

Santa Cruz y Weligton, ayer, en primera línea esprintando sobre el césped de La Rosaleda.
José L. Malo Málaga

03 de mayo 2014 - 05:02

Por más que haya alguno todavía con miedo en las oficinas del Málaga, lo cierto es que sólo una carambola demoniaca y laberíntica podría mandar al equipo a Segunda División. Incluso perdiendo los tres partidos que quedan la calculadora apenas da papeletas de descenso a los de Schuster. De hecho, si hay una posibilidad matemática tangible hoy, es la de firmar la permanencia, que puede llegar hasta sin sumar siquiera contra el Elche. El punto que necesita el Málaga es más simbólico que otra cosa, se trata del punto final que abroche una temporada de exceso de curvas y carreteras sin asfalto. Firmar la factura y a pensar en la siguiente.

El partido es como las hogueras de San Juan, día para quemar los malos recuerdos de un año que se avecinaba movido pero con más sobresaltos de lo esperado, especialmente por la abrupta relación entre la grada y Schuster en bastantes tramos del curso. Así que está por ver si, una vez acabado el partido y las matemáticas ya asisten al Málaga sin esperar lo que pase en los partidos posteriores del sábado, los aficionados se limitarán a una ración de aplausos de resuello o aprovecharán el momento para buscar algún culpable. Ha sido un año intenso y difícil en las tribunas de Martiricos, pero la hinchada blanquiazul es amable y suele perdonar con facilidad, todo es posible.

La global no es la única redención en juego. El Málaga completó una tarde horrible en Getafe, con una actitud que no satisfizo a su seguidor y que emborronó un partido inmaculado cinco días antes contra el Villarreal. Conectar de nuevo con esa imagen, algo que últimamente ocurre con frecuencia si se juega como local, podría poner un fiesta más placentero. Para ello, los ingredientes que utilizará Schuster invitan a la continuidad. La evolución de Sergio Sánchez durante la semana invitaba a pensar en su regreso, si bien había riesgo de recaída en su utilización, de aquí que el alemán volviera a posponer su retorno. Los tratos del catalán con la grada siempre han sido como un matrimonio mayor, aunque es innegable que el central está cuajando su mejor temporada desde que pisó La Rosaleda. En su ausencia y la de Angeleri, vuelve a asomarse por el once el mariscal del Málaga. Weligton tiene un año para olvidar en la cabeza, un rosario de lesiones que le ha impedido tanto jugar como agarrar un buen tono físico. Su gente aún le quiere, lo espera para el año que viene. Si hoy hay permanencia definitiva, merece integrar dicho once.

La lástima es que faltará el factor diferencial del ataque blanquiazul. Amrabat no podrá echar un cable esta tarde, cumplirá su segundo y último encuentro de sanción, aunque lo ha estado echando desde los despachos esta semana yendo a Estambul para mostrar su compromiso de continuar defendiendo la camiseta albiceleste una temporada más. En los últimos partidos, con las sanciones del holandés y Duda, ha quedado claro que Schuster no ve un buen recambio en su plantel. Pablo Pérez, Portillo, Eliseu... la rotación llega ahora hasta el errático Iakovenko, quien será el ocupante de la banda izquierda. Apenas dos cambios del entrenador con la idea de que la fea imagen del último encuentro y también cualquier atisbo de suspicacia quede disipado.

Es lógico que baje el voltaje de un equipo una vez que el objetivo está logrado o necesita una fácil combinación para terminar de apuntalarse. Sobre ello piensa hurgar el Elche, que no acude a la fiesta con la piñata, sino con palos. Y con prácticamente un millar de seguidores que saben que tras este encuentro toca recibir al Barcelona y visitar al Sevilla. Así que toca recurrir al carácter solidario y comprometido de este equipo para no afear más el final de la temporada.

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