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"La quinta jornada de la fase de ascenso en Burgos la cambiaría entera si pudiera, allí llegamos realmente con opciones de seguir luchando por estar más tiempo arriba y en un partido desastroso lo perdimos absolutamente todo", reconoce con autocrítica Quino Soler. El entrenador del Trops Málaga está a punto de debutar de forma oficial en la División de Honor Plata otra temporada más en el banquillo blanquiazul, donde el año pasado llegó a soñar con luchar por el ascenso a Liga Asobal, la máxima categoría del balonmano nacional. "En los primeros 15 minutos no nos salió nada, no fuimos lo que llevábamos siendo un par de años: un equipo competitivo, que puede perder perfectamente igual que todo el mundo, pero que vende cara su derrota", recuerda el ex jugador del Barcelona, mientras revive esa fatídica jornada donde se esfumaron todas las opciones: "Entonces, en esta ocasión, no fuimos y nos encontramos un equipo muy superior a nosotros que nos dejó sin opciones de estar luchando... no sé si por subir, pero un poquito más de tiempo en la parte de arriba seguro".
Quino tiene claro cuál es el ADN de su equipo sobre el parqué: "Es fácil de responder, yo he basado todo lo que he hecho siempre en mi vida en el trabajo y en ser honrado. Entonces eso se traduce en ser un equipo competitivo que no se va a dejar nada por dar cuando sale a la pista y que tiene muy claro que defender es importantísimo". Además, recalca su idea, lo tiene claro: "A mí me gusta correr el contraataque si sabes defender, pero defender es importantísimo. A mí desde bien pequeñito me enseñaron que las cosas que no salen en ataque las puedes solucionar en defensa, defendiendo bien y haciendo bien las cosas atrás. Lo que no arreglas atrás es muy difícil luego arreglarlo en ataque". El técnico blanquiazul tiene muy claro la importancia de la defensa: "El ataque como en cualquier deporte es una guerra táctica y en defensa se trata de destruir lo que quiere el otro y adelantarte, mientras que en ataque se trata de construir lo que tú quieres".
La seña de identidad del técnico Soler es que su equipo sepa lo que quiere y tenga un objetivo claro al inicio de la temporada: "Ir partido a partido, ser competitivo en todos y entender que la competición nos va a poner en nuestro sitio". Además, como veterano del balonmano y de la vida, avisa que en el deporte "todo va cambiando muy rápido y todo va sucediendo a una velocidad que si intentas planear algo a medio o largo plazo seguramente te acabes llevando una sorpresa inesperada". Quino Soler es uno de los emblemas del balonmano malagueño, quien llegó al Trops Málaga en la temporada 2020/21 para salvar al conjunto blanquiazul y hacerlo campeón del grupo de descenso, por lo tanto esta campaña 2022/23 buscará completar su tercera temporada en el banquillo de Málaga capital.
La División de Honor Plata, segunda categoría del balonmano español, arrancará para los blanquiazules el 17 de septiembre en el pabellón del Colegio Los Olivos con un derbi andaluz ante el Conservas Alsur Antequera. Aunque, el destino ha querido que ambos tanteasen antes en el Fernando Argüelles para la edición XXVII de la Copa de Andalucía, un encuentro que fue especial para Quino Soler, después de su larga estancia en el club antequerano: "Son 15 años de mi vida allí, te puedo asegurar que he hecho muchas cosas dentro de mi vida en el balonmano, pero es posible que de las más importantes que haya hecho fuese en Antequera".
El técnico malagueño es sensible y se emociona al recordar esa etapa: "Son 15 años donde me lo he dejado todo, hemos pasado momentos difíciles y hemos sabido recuperar el balonmano allí. Llegaron a Liga Asobal y eso es un mérito que para mí es un orgullo y, por supuesto, claro que es un partido especial". De hecho, admite cómo se siente en la ciudad de los Dólmenes: "Yo cuando voy a Antequera es como si fuese mi casa, porque realmente lo es y lo ha sido 15 años de mi vida. Entonces siempre es un partido especial que espero que sea durísimo contra un muy buen equipo, que ha fichado muy bien y viene de una categoría superior a nosotros". Y recuerda que el objetivo del conjunto que ahora dirige Chispi "como el de los siete restantes, contándonos a Antequera y nosotros, es meterse entre los cuatro primeros. Eso te quita de mucha presión por no estar en el grupo de abajo". Aunque tiene claro que espera "un partido muy duro e igualadísimo".
Chispi estuvo a las órdenes de Quino Soler tanto en Antequera como en el Ángel Ximénez de Puente Genil, un jugador que la temporada pasada colgaba las botas para coger la pizarra e intentar devolver al conjunto verde a Liga Asobal. Por eso, uno de sus maestros se alegra de verle en el banquillo rival: "Desearle lo mejor, es lo único que te puedo decir. Hemos coincidido en dos equipos mucho tiempo. Son de ese tipo de jugadores que cuando están jugando ves que van a ser entrenador, eso se detecta rápido. Hay jugadores que son excelentes, pero no se les ve esa inquietud, a él se le veía que iba a ser entrenador". Aunque el técnico blanquiazul también bromea a la hora de desearle suerte: "Evidentemente desearle lo mejor, excepto en los enfrentamientos directos que tengamos".
Eso sí, Quino Soler es claro y contundente a la hora de defender la inexperiencia que pueda tener Chispi en el banquillo y le lanza un capote: "Al final que haya sido jugador no te garantiza nada, pero te da una ventaja: sabes cómo funciona un vestuario, cómo se mueven los jugadores y esa experiencia que tú tienes como jugador sí lo puedes trasladar a la hora de entrenar". De hecho, pone un claro ejemplo: "Al final es como cuando sale un jugador joven y es muy bueno, no lo pongáis porque quizás no tiene la experiencia, pero si no lo ponemos cuándo hacemos que coja la experiencia, por qué no vamos a darle esa oportunidad cuando realmente tiene la capacidad de hacerlo". Por eso, no lo duda: "El tiempo lo dirá, eso no es relevante, la experiencia te la da entrenar equipos durante unas temporadas, ahí vas aprendiendo muchas cosas, eso es una realidad, pero no es nada relevante para que al final sea positivo o negativo". Quino admite que está en un sitio que "considero que parte de lo ocurra allí he tenido parte de culpa y entonces le deseo la mejor de las suertes, evidentemente".
El técnico blanquiazul aprovecha para explicar cómo vive los partidos desde el banquillo: "Se sufre también, cuando se ha sido jugador ves cosas que a lo mejor en un momento determinado te cuesta transmitir por la inmediatez de un partido y entonces ahí se sufre muchísimo". Mientras reconoce que se intenta mantener tranquilo, "porque al final un entrenador nervioso lo único que puede hacer es trasladar eso a sus jugadores". Aunque Quino tiene claro que definirse tampoco es su fuerte, avisa que la gente que le conoce sabe mejor cómo es, aunque se lanza a la piscina: "Me considero una persona competitiva, que quiere hacer ver a sus jugadores que sin competir es imposible lograr nada en la vida, no en el deporte, sino en la vida sin trabajo y sin competir y que lo hago cada día con la mayor ilusión para sacar el mejor resultado de mis jugadores".
Esta temporada el Trops Málaga volverá a contar con el pabellón Fray Francisco Baños como su templo: "En Olivos nos tratan muy bien, tenemos nuestra casa, pero es el pabellón de un colegio y eso no podemos dejarlo de lado". El técnico blanquiazul reconoce que desde el colegio hacen "todo lo posible, porque esté todo estupendo y nosotros estamos encantados", aunque también explica que al final en el pabellón "entran niños a hacer sus actividades extraescolares, hay fútbol sala y baloncesto", termina aclarando que el único "equipo semiprofesional que compite aquí somos nosotros y necesitaríamos otras condiciones". Justo esta temporada, la posibilidad de jugar en la Ciudad Deportiva de Carranque estaba sobre la mesa: "Nos gustaría jugar en Carranque, porque además se llama José Luis Pérez Canca el pabellón y la ciudad Javier Imbroda. Conocía a los dos y es una tristeza enorme que no estén ambos. Verme allí dentro de la Ciudad Deportiva de Javier y el pabellón de Pepelu... para mí sería algo muy grande", aunque desvela que deben darse una serie de condicionantes que de momento no se dan.
Volviendo a la competición liguera, Quino no habla de ascenso: "Somos uno de los 18 que puede ser de Liga Asobal, si te fijas en nuestro grupo la igualdad va a ser máxima, lo he dicho en repetidas ocasiones, que puedes quedar del primero al noveno. Entonces, nosotros partimos con la ilusión de hacerlo mejor que la temporada anterior y vamos a ir con esa ilusión". Y advierte que a partir de ahí "la competición nos pondrá donde nos tenga que poner y vaticinar dónde piensas tú que puedas estar lo único que va a hacer es que luego estés peor, seguro". Eso así, remarcando que es una liga tan igualada, Quino aprovecha para mandar un mensaje a la Federación Española de Balonmano para que se apoye en la tecnología y ayude a los colegiados en su difícil labor: "¿por qué no en esta liga? Hace falta igual que en todas, cualquier ayuda a la hora de gestionar el arbitraje viene muy bien y al final en esta mucho más, porque esta liga es muy competitiva"
Respecto a los fichajes que ha realizado su equipo, Soler opina que "las nuevas caras lo primero que deben hacer es acoplarse al grupo y en segundo lugar darnos un saltito de calidad respecto a los años anteriores. Como en cualquier equipo, no solo nosotros, cuando fichamos a alguien lo hacemos con la ilusión de que mejore lo que tenemos o teníamos en temporadas anteriores". Aunque Quino tiene claro que eso es una lotería: "Bueno, eso a veces ocurre, a veces no, porque en el deporte casi nunca 2+2 son 4. Hay muchas variables que no puedes controlar, pero en este sentido con los nuevos estoy realmente contento. Los chavales están trabajando bien y ellos están haciendo todo lo posible para adaptarse al equipo".
"En cuanto a la portería son dos porteros de las mismas características, porque se va Jorge Oliva y llega en este caso Jorge Villamarín. Tenemos dos porteros con mucha experiencia y una trayectoria importante, porteros de seguridad" es el análisis de Quino sobre sus cancerberos. Mientras continúa con un viejo conocido: "Después a Luis (Castro) lo conocía de Antequera, nos tiene que aportar desborde y velocidad en las acciones de uno contra uno" y de Pedro (Martíns) admite que es el que más difícil lo tiene: "Llega con el hándicap del idioma y viene de una liga distinta, jugar en España siempre resulta un poquito más complicado al principio para la gente que no lo ha hecho antes y está en un proceso de adaptación. Una vez se adapte, te contaré que nos puede aportar".
El técnico blanquiazul aprovecha también para hablar del buen trabajo que se está haciendo en el club: "Evidentemente cuando un club lleva un tiempo en una categoría eso te va dando prestancia, seguridad de que es un club que viene a competir, que no llega un año y baja al siguiente". Quino reconoce que en ese sentido el club va dando pasos hacia delante: "Llevamos varias temporadas en División de Honor Plata, pero no llevamos tantas, porque si miras atrás la primera fue en la pandemia, que se cortó, y después llevamos dos temporadas. Cuando hay equipos que llevan muchísimo tiempo en esta categoría". Esta será la cuarta temporada de Trops Málaga en División de Honor Plata contando la de la pandemia: "Se han hecho cosas importantes, los rivales te respetan, los jugadores se interesan por cómo es el club o la vida en Málaga y eso facilita muchísimo en todos los sentidos".
Sin embargo, hay un tema que le duele a Quino Soler y no se esconde, este es el mensaje que le lanza a la ciudad de Málaga: "Nosotros existimos, lo digo con todo el cariño del mundo. Somos un equipo que nos llamamos Balonmano Ciudad de Málaga , que representamos con orgullo el nombre de nuestra ciudad por toda España e intentamos hacerlo de la mejor manera posible. A veces nos sentimos un poquito desamparados". Quino recuerda para que a nadie se le olvide que es una plantilla de la tierra: "Con una plantilla que es un cuerpo técnico de aquí, que de 18 jugadores, diría que 12 por lo menos son de aquí de Málaga, de las canteras de aquí de Málaga. Si vienen a verlo no se van a arrepentir, porque los chavales le van a hacer pasar un buen rato más allá del resultado."
Además, aprovecha para mandar un mensaje a las instituciones, a quien les habla desde el máximo respeto y agradecimiento, "como se me ha enseñado en mi casa cuando era pequeño". Quino Soler se sincera y explica que "cualquier ayuda que nos dan la agradecemos enormemente, enormemente y tengo un profundo respeto por el dinero público" De hecho, admite lo difícil que es repartirlo: "Además creo que los responsables tienen una tarea difícil en cuanto a gestionar unos presupuestos y eso lo entiendo perfectamente". Aunque entiende que el club hace un gran esfuerzo "por representar dignamente a la ciudad de Málaga, no solo el tema del ayuntamiento o la Diputación, la Junta de Andalucía también, somos un equipo andaluz" y les pide que entiendan "que nosotros sabemos que somos muchos, hay muchos más deportes y todos tienen sus inquietudes y objetivos. Entendiendo esto, creo que nosotros estamos en una categoría donde necesitamos una ayuda y un soporte que los rivales contra los que vamos a competir lo tienen y juegan con esa ventaja que para nosotros se convierte en un hándicap negativo". Eso sí, recuerda que agradecen "la ayuda que nos dan todos y a partir de ahí si la ayuda es mayor, sería mucho mejor"
Pablo Soler volverá a estar a las órdenes de su padre, quien habla de esta situación: "Hay que intentar normalizarla, tiene sus connotaciones especiales lógico, pero él es un chaval trabajador que se lleva muy bien con sus compañeros y no lo veo como mi hijo cuando está en el campo, es un jugador más y la plantilla lo acepta de igual manera". Aunque no niega que existe "un componente sentimental, porque es tu hijo y eso al final existe por mucho que quieras aislarlo. Intento llevarlo con normalidad y con la ayuda de todos, la primera de él que no se queja por nada y es respetuoso con sus compañeros. Es uno más del equipo, por eso cuando esté en condiciones para jugar lo hará si el cuerpo técnico lo ve oportuno".
Quino comentó en otras entrevistas que tenía una espinita clavada por no haberse marchado a jugar a Alemania. ¿Qué ocurre si le llega una oferta a su hijo?: "Es su vida, yo la mía la viví, se quedan por el camino que luego no sabes si las harías de igual manera", pero es claro consigo mismo: "En ese momento tomé mi decisión, pero no cambiaría nada" y reconoce que su da gracias a Dios por su vida como deportista: "Creo que ha sido buena, mejor de la que me imaginaba cuando era niño".
Soler junior es "es mucho más tranquilo que yo, yo era más nervioso. Si se pone nervioso no lo transmite, es muy pausado. No transmite en su rictus cuando va a tirar o si está nervioso". Además, su padre añade que atléticamente se parece, "pero es mejor, porque el tiempo va pasando y los métodos cambian a mejor". Eso así, reconoce que la ilusión que tiene es única y reconoce que en todos sus años como jugador de balonmano le da una envidia terrible una cosa: "No sé si decirlo, porque es un niño super trabajador que no ha tenido ningún percance y nunca se ha perdido ningún entreno ni un partido", mientras admite que él a su edad "si había tenido más de uno". Quino toca madera para que su pequeño siga por esa línea, mientras dice que si asciende con el Trops Málaga a Asobal se le puede "pedir lo que sea". Aunque de momento, piensa partido a partido y entrenamiento a entrenamiento, deseando que arranque la competición.
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