Repesa pega duro

El técnico se involucra plenamente en los entrenamientos y no duda en fajarse en la zona con los pivots para mejorar su rendimiento · El croata demanda a sus hombres intensidad y combatividad

Repesa, durante el entrenamiento de ayer, con Augusto Lima.
José Manuel Olías / Málaga

28 de noviembre 2012 - 05:02

El Unicaja 2012/13 está aún en proceso de construcción aunque se haya rebasado ya el segundo mes de competición. Jasmin Repesa echa de menos más tiempo para trabajar con el equipo en pista, pero no desaprovecha el que dispone para intentar que sus jugadores progresen. En esa dicotomía entre la urgencia de los resultados y la evolución integral de los jugadores a medio plazo anda el técnico croata, que se pone el chándal y las botas y es uno más.

Repesa distribuye varios días a la semana los entrenamientos por grupos. Grandes y pequeños separados o ambos mezclados, se trabajan fundamentos y aspectos específicos del juego. Cada grupo se separa una hora, unos empiezan antes y otros más tarde. Y se alterna el gimnasio y la pista. Ya por la tarde sí se trabajó en grupo y con entrenamientos en los que Repesa fomenta la competitividad.

El croata, por ejemplo, ayer llevaba uno de los típicos sacos pequeños para recibir golpes que se emplean con los boxeadores. Es una herramienta que desde hace años se emplea en los entrenamientos del Unicaja para el trabajo con los pivots. Era Paco Aurioles, ahora en China viviendo con Chus Mateo una ilusionante aventura, uno de los habituales en su uso a la hora de trabajar con los hombres grandes, faceta de l0a que se solía encargar cuando era ayudante. Ahora es el propio Repesa quien se faja con los jugadores y acaba los entrenamientos chorreando tras diversos ejercicios. Ayer, en el tramo de entrenamiento al que la prensa tenía acceso, exigía hasta el extremo a Kosta Perovic y Augusto Lima, en acciones cerca de la canasta, en situaciones de contacto. Y el croata atizaba sin rubor, como si fuera un pívot leñador, a sus jugadores al tiempo que les demandaba intensidad. Los interiores están vigilados por su rendimiento y se intenta poner remedio. Desde el banquillo contemplaba el entrenamiento su hijo Dino, ayudante de Manolo Trujillo en el equipo junior y habitual en las sesiones de trabajo del primer equipo.

Lo cierto es que Repesa está bastante satisfecho de su experiencia en Málaga y el club con su trabajo. La idea es prorrogar su compromiso, pero el técnico también juega sus cartas. Sabe que tiene la oportunidad de dirigir el próximo septiembre a la selección de Croacia en el Eurobásket y no está dispuesto a renunciar si no es gracias con un contrato más amplio con el Unicaja, algo que vería de buen grado. Pero la pelota está ahora en el tejado del club, que a su vez dice estar tranquilo porque tiene un año extra opcional recogido en el contrato. Y queda temporada aún para esperar a ver resultados.

Repesa mostró a sus jugadores estos días su disconformidad por su papel en Vitoria, les pide un paso adelante en combatividad e intensidad. La prioridad es la ACB, pero no se trata de tirar la Euroliga y perder uno de los dos primeros puestos. El balcánico alza la voz y grita, pero también hacen falta soluciones baloncestísticas cuando los partidos se complican. Se trabaja en ello.

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