Rotaciones, sí; disfrutar, también

HAY necesidad de hacer rotaciones en las alineaciones por parte del entrenador. Está comprobado que, cada 1.000 minutos de partido jugado, los futbolistas mayores de 30 años tienen un 26% de riesgo de lesión muscular, lo que aconseja un descanso. Las rotaciones tienen adeptos y contrarios. En el fútbol, muchas veces, el concepto de rotación se traduce por jugar o no jugar, y tampoco es eso. Porque el equipo requiere de los beneficios de las rotaciones, no sólo por los aspectos fisiológicos apuntados al principio, sino porque psicológicamente un equipo que rota tiene más arraigado el concepto de equipo, de participación grupal, todos acaban sintiéndose útiles, desaparece el apelativo de titular o no titular, consiguiendo asimismo que todos los futbolistas estén mejor dispuestos y entrenados para afrontar la competición.

Aparte el equipo se traduce en previsible, ya a los jugadores y al juego del Málaga lo van conociendo y nos va costando más abrir la lata. Bajo mi punto de vista se puede ir metiendo en el equipo titular a jugadores que seguramente están llamado a ser importantes, como es el caso de Isco y Buonanotte. Estos jugadores son los que te pueden dar en un momento de atasco la movilidad y la verticalidad que necesita el equipo para poder romper el entramado defensivo del conjunto visitante.

Todo esto vengo a comentarlo por la primera parte que nos brindó el equipo. Estuvimos cerca de marcar, no nos cobraron un penalti, etc., pero yo vi a un Málaga sin esa improvisación para crearle problemas al Getafe. El juego me pareció muy monótono, excesivamente mecanizado. En algunos partidos puede funcionar, pero no en todos.

Dicho esto, quiero hablar de Ruud Van Nistelrooy. Si ya sabíamos que es uno de los mejores delantero que hay, no me deja de sorprender la capacidad de sacrificio en favor del equipo que está exponiendo, viniendo a recibir, aguantando el balón para que el equipo pueda salir desde atrás y presionando la salida del rival. Se ve que está comprometido con el Málaga y eso lo hace más grande. Cuando un jugador como él es capaz de esforzarse de esa manera por el equipo, sólo quedaba esperar a que se le abriera la lata de los goles. Y esto sucedió al fin.

Simplemente, decir que fue emocionante esta segunda parte, como hace tiempo que no vivía. Si no, fíjense en el gol de Baptista, que es el gol soñado por cualquier jugador de fútbol: en el minuto 93, de chilena y que sirve para ganar el partido. Ello demuestra que este Málaga también sabe sobreponerse a las adversidades. Aunque queda mucho camino por recorrer, vamos a disfrutar de este día, en el que hemos dormido líderes por primera vez en la historia.