Schuster saca el látigo

El técnico alemán del Real Madrid, Bernd Schuster, aparcó su lado más amable y sacó el látigo contra sus jugadores por primera vez en la temporada al culparlos explícitamente de la derrota ante el Werder Bremen. Schuster digirió muy mal la derrota por 3-2 sufrida en la Liga de Campeones: "Hemos tenido jugadores que no han estado a la altura. Hemos dado facilidades en defensa y fallado muchas ocasiones en ataque", afirmó tras el partido a la televisión italiana, declaraciones repetidas ayer por las emisoras españolas.

Y no sólo eso. Los jugadores durmieron en Bremen, para su disgusto, y Schuster los obligó ayer a quedarse a comer en la Ciudad Deportiva tras el entrenamiento, circunstancia inédita esta temporada. Dos situaciones que gustan muy poco al plantel madridista. Atrás quedó el Schuster conciliador que aplicó diplomacia para tratar las salidas nocturnas de Robinho o la expulsión reciente de Guti en Murcia. El alemán se hartó de tanta displicencia, según se ve.

El Real Madrid ofreció su peor cara ante un Werder Bremen que jugó sin seis de sus titulares, incluido el centrocampista brasileño Diego. El equipo alemán desbordó con entusiasmo a la defensa blanca, que tiene a varios jugadores en el punto de mira.

Uno de ellos es Pepe, uno de los fichajes más polémicos de la temporada después de que el Real Madrid pagara la inusual cifra de 30 millones de euros al Oporto por un jugador casi desconocido en España.

Tampoco se libra de las críticas Metzelder, otra de las nuevas incorporaciones del Real Madrid, ni Marcelo, que todavía deberá aplazar por un tiempo la consideración de sucesor de Roberto Carlos.

Igualmente, Schuster está muy disgustado con el sistema defensivo de todo el equipo, por más que haya fortalecido el centro del campo con la pareja compuesta por Gago y Diarra.

El Real Madrid también está muy preocupado por la baja forma física del equipo y por ello Ramón Calderón, presidente del equipo, se reunió ayer con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para aplazar al domingo el partido previsto para el sábado ante el Racing de Santander, según se anunció a principios de la semana.

La derrota de Bremen también dañó la credibilidad del Real Madrid sobre sus posibilidades de optar a ganar la Champions. Al contrario que el Barcelona o el Sevilla, el equipo blanco desaprovechó la oportunidad de sentenciar su pase a los octavos de final y se lo jugará todo en el último partido.

El Real Madrid es líder del Grupo C, aunque empatado a ocho puntos con el Olympiacos, y con dos de diferencia sobre el Werder Bremen. Recibe a la Lazio en la última jornada y está obligado a ganar para quedar primero de grupo. También pasaría con un empate, aunque este hecho podría dejarlo como segundo del grupo. Y le favorecería un triunfo del Werder Bremen sobre el Olympiacos.