"Seguir más años aquí no depende sólo de mí"

Sin duda, es el hombre de moda en el Unicaja y uno de los que más suena en el panorama continental. Mindaugas Kuzminskas vive un momento de esplendor baloncestístico. Justo ayer cumplió 26 años. Pudo disfrutar del día libre que concedió Joan Plaza, el técnico con el que cumple su cuarta temporada y que ha llevado con cautela su progresión. El técnico le pide aún más, aunque el lituano está en unos niveles tremendos. Jugando menos de 20 minutos por partido hace 13 puntos, 3.2 rebotes y 1.4 asistencias para 13.8 de valoración. Pero su impacto trasciende a los números. Kuzminskas habla en Málaga Hoy sobre su momento y sobre el futuro general y particular.

-Tres victorias consecutivas en el arranque. ¿En qué punto de progresión está el equipo?

-Durante la temporada vamos a tener altos y bajos y habrá que gestionarlos. Sólo estamos a principios de temporada, aunque sí es verdad que estamos haciendo un buen trabajo. Pero hay muchas, muchas, muchas cosas que mejorar. Durante la temporada tendremos que prepararnos. Es un comienzo feliz, con tres victorias. Pero hay mucho trabajo.

-Desde fuera se le ve con una confianza impresionante.

-Me siento bien. No me gusta hablar sobre mí, prefiero que hablen los demás. El coach me deja hacer más cosas diferentes.

-¿Más que en anteriores temporadas?

-Depende de las situaciones y del partido. Sí siento que juego mejor, más acorde a lo que quiere. Todo el mundo en este equipo, por la filosofía que tiene el coach, juega entre 18 y 23 minutos para tener unos altos niveles de intensidad siempre. Cada partido vamos a jugar con diferentes jugadores y todo dependerá de las situaciones. Unas veces tendrán más protagonismo los bases, otros los pivots... No hay nada fijo. Hasta ahora intento ayudar y creo que lo hago.

-Incluso el domingo le vimos jugar varios minutos como dos, defendiendo a Marko Popovic, 20 centímetros más pequeño.

-En esas situaciones puedo tener ventajas como el rebote de ataque o superioridad cerca de la canasta, pero también sufres en defensa porque él es mucho más rápido. Pero en este momento hacía falta jugar ahí por la baja de Edwin y lo intenté. Tienes que pensar más qué hacer. Pero creo que es bueno para mí verme en ese sitio, me hace más completo. Tengo que pensar en situaciones en las que no estoy acostumbrado.

-¿Es éste el mejor momento de forma de su carrera?

-Espero que no, que sea en el futuro (risas)...

-De su futuro no le gusta hablar, pero ¿sabe cuándo decidirá sobre él?

-No tengo nada que decidir ahora, tengo contrato con el Unicaja y nada más, así que...

-La afición vivió un caso parecido con Jayson Granger el año pasado y ahora se teme que pase lo mismo. Y aguarda su renovación.

-Lo primero es que sólo hemos jugado tres partidos y la temporada es muy larga. Si hago dos partidos malos la gente puede decir: 'Hay que empaquetar a Kuzminskas para Lituania' (risas). Hay que estar concentrados en el juego. Y también seguir más tiempo en Málaga o no no depende sólo de mí. También de otra gente...

-¿Cómo se siente cuando la gente se pone de pie y le ovaciona cuando le sientan en el banquillo?

-Muy feliz. Cuando iba a dejar Kaunas la gente me hablaba de lo difícil que es ser extranjero en otro país. Estoy en mi tercer año en Málaga y siento que es mi segunda casa. Me siento realmente bien. Cuando la gente me aplaude lo siento como un regalo por mi esfuerzo y mi trabajo. Hay un feedback y eso siempre te gusta. Desde aquí quiero agradecer que me hagan sentir como en casa.

-Se le ve más fuerte.

-Después de la temporada, pasé mucho tiempo en la selección, trabajando no sólo para el equipo, sino para mí. He cogido 4 o 5 kilos de músculo pero al mismo tiempo no perdí salto o velocidad. Me siento más fuerte y más valiente para atacar el aro.

-Viene una semana muy complicada. Visita a Tel Aviv y viene el Baskonia.

-Todas las semanas son duras en Euroliga y en ACB. Incluso contra el Fuenlabrada, si no salimos concentrados, se nos complica el partido. Cualquiera te mata. En el baloncesto tienes que probar cada día tu nivel, porque pasado mañana tienes un partido y nadie se acuerda del anterior. Es duro, pero fascinante.