el poliedro
Tacho Rufino
¡Regale usted inteligencia!
Una noche de remontada exigía la mejor versión de muchos futbolistas. Y casi todos respondieron a la empresa notablemente. Varios nombres por encima, todos en un tono muy bueno. Toulalan demostró todas las noches de Champions que acumula en sus piernas. Le sacó brillo a sus galones y fue el motor y la brújula de su equipo. Brutal su derroche. Sorprendió muy agradablemente ver a Jesús Gámez emplearse al nivel de las grandes noches. Participó en la acción del 1-0 y se comió el carril derecho en la segunda mitad.
Había que esperar la magia de Joaquín e Isco para variar el rumbo de los últimos encuentros y así fue. Gol y asistencia para el de Arroyo de la Miel, el gaditano mandó a Defour a los vestuarios y orientó el choque a favor de los blanquiazules. Sin ser tan continuos, sus genialidades descollaron. El tercer tanto del malagueño en la Liga de Campeones fue otro golazo más.
Providencial resultó la entrada de Santa Cruz, en un movimiento táctico genial de Pellegrini. Su cabezazo marcando los tiempos dio el pase a los cuartos. Luego imantó los balones finales para dar oxígeno. Y si Demichelis estuvo fino y atento atrás, Weligton completó otro encuentro imperial. Solventó todos los apuros que le propuso Jackson Martínez. Antunes empieza a ser uno más de la familia y Baptista acabó extenuado.
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