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Deportivo de La Coruña-Málaga CF

Weligton: "No estamos mal, pero podemos jugar mucho mejor"

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El defensa central está de vuelta tras superar la lesión de rodilla y repasa la situación: "Entiendo las expectativas de la afición, Málaga vive una película y es normal que esté loca con su equipo"

Weligton posa en el césped del Estadio de Atletismo Ciudad de Málaga.
José Manuel Olías / Málaga

14 de noviembre 2011 - 05:02

El Málaga regresa esta tarde al trabajo colectivo tras un fin de semana de receso. Uno de los que más ganas tiene de currar es Weligton Robson Pena de Oliveira (Fernandópolis, 1979), plenamente reestablecido de esa rodilla izquierda que le ha impedido debutar oficialmente. Tiene hambre de competición y habla de todo: renovación, equipo, vestuario, competencia...

-¿Ha cambiado de look porque ya ha vuelto a jugar, aunque fuera en un amistoso?

-No, no. Siempre me gusta estar innovando, cambiando. Unas veces sale bien, otras mal (risas).

-Se parece algo al de Neymar.

-No, no. Ojalá tuviera algo de su fútbol.

-Usted, que es hincha del Santos desde pequeño. ¿Es tan bueno?

-Sí, era el equipo de mi padre por Pelé y también el mío. Cada uno tiene su opinión. Si Neymar hace lo que hace en el Santos aquí en Europa disputa el Balón de Oro, está entre los tres primeros. Pero las cosas van así. Tarde o temprano vendrá a Europa y triunfará. Cambias de país, entrenador, cultura... Hay jugadores con más facilidad.

-Le han pagado mucho dinero para renovar allí.

-Brasil es ahora un país en el que se está invirtiendo mucho. La crisis que había se vino a Europa. En breve tendremos un Mundial y unos Juegos Olímpicos. Los estadios estaban decadentes y habrá reformas en ellos. También se transformarán los aeropuertos. Se ve más prosperidad. Mire, yo llegué a Europa en 2003. Un euro eran cuatro reales, nuestra moneda. Ahora, un euro son dos reales. Los clubes pueden pelear financieramente, pero es que Neymar es una excepción. Es la estrella de la Liga, del fútbol. Es un espejo para los niños, el club va a cumplir su centenario, quieren asegurarlo hasta el Mundial, un proyecto bonito. En el fútbol hay muchos cambios. Pero vendrá a Europa. Aquí está el centro de todo. Para mí, el mejor fútbol es el español. En Inglaterra pagan bien y hay buenos estadios, pero el juego es mucho más de contacto y choque. El ejemplo es el Barcelona y la selección, son los mejores.

-Bueno, veníamos a hablar de usted, del Málaga. Volvió en un amistoso en Córdoba. ¿Qué tal le fue?

-Entrené un par de semanas con el equipo antes, pero para mí era un partido importante aunque fuera amistoso. Necesito una dinámica de juego, tener la sensación de partido oficial. Tenía un poquito de miedo, pero ninguna molestia ni dolor. Y jugué 90 minutos.

-Desde fuera le habrá dado tiempo a ver al equipo, sus virtudes y carencias. Los números y la posición cumplen el mínimo que se pide, pero queda la sensación de que el juego no es el mejor.

-Desde la planificación de la plantilla y las declaraciones de las personas responsables del club nuestro objetivo está claro, es estar en Europa. Sería espléndido estar en la Champions, pero no es tan fácil en el terreno de juego. Los nombres no ganan, el dinero tampoco. Dentro tenemos que aportar cada uno para avanzar. Sabemos que vamos a tener momentos difíciles y hay que saber superarlos. Hay que acoplarse rápido. Somos los primeros conscientes de que hay que mejorar. El equipo ha hecho grandes partidos, ha jugado bien. Pero ahora no estamos haciendo nuestro mejor fútbol. Es así, hay que asumirlo y mejorar.

-¿Cómo es un futbolista parado?

-Gracias a Dios no tengo costumbre. Sólo por tarjetas o por alguna lesión corta no jugué. Es una sensación rara. Cada uno hace una autocrítica, pero queda para mí. Intento aconsejar algo o si me preguntan decirlo. Pero siempre en positivo.

-Acabó muy bien la temporada jugando al lado de Demichelis, ahora llegó Mathijsen. ¿Se ve para competir por la titularidad?

-Por supuesto, claro que me veo. Si no no estaría aquí e iría a otro equipo con oportunidad de jugar. Estoy seguro de mi potencial y mi fuerza. Tengo que trabajar. He tenido un problema que me ha dejado atrás del grupo, pero vengo recuperando mi condición física y fuerza. Depende de mí, cada día trabajaré mejor para tener una oportunidad.

-Usted llegó a un club en el que nada es igual a lo que hay ahora.

-Los jugadores sabemos cómo funciona esto. En este mundo, en otros también, se olvida pronto a las personas. Llegué cuando casi se había descendido a Segunda B, había una ley concursal, poco dinero, muchas dificultades... E hicimos historia. Siempre quise jugar en un club grande y, de alguna manera u otra, contribuí a que ahora el Málaga lo sea. Es uno de los equipos de los que más se habla en España y Europa. Y estoy orgulloso de haber subido este escalón. Aprovecho para recordar a todos los compañeros que ayudaron en aquellos momentos difíciles. Y de los que la gente se ha olvidado.

-Habla de la difusión del Málaga en el extranjero. ¿También llega a Brasil?

-Mire, vivo en un pueblo a 700 kilómetros de Sao Paulo. Allí sólo se ven los goles de los brasileños grandes que están fuera. Es raro que se hable de un brasileño en un equipo pequeño. Ahora, con el cambio de propietario y los fichajes de Baptista o Van Nistelrooy, cambia mucho. Ahora mis amigos ya saben qué es el Málaga. Ahora se creen de verdad que juego aquí (risas).

-Acaba contrato en junio, ya ha declarado repetidamente que quiere quedarse. ¿Cómo va el asunto?

-Antes de empezar la Liga tuvimos conversaciones e iba muy bien. Pero con la lesión tenía la intención de recuperarme y estar tranquilo. Con 32 años hay que hacer las cosas bien, con mesura. Va a ser el último gran contrato que firme. No quería tener prisas. Hace poco hablamos otra vez. Hay gente dentro del club que reconoce lo que he hecho y lo que puedo hacer. Todo va bien y esperamos la llegada de Abdullah [Ghubn] y arreglarlo todo.

-¿Le queda cuerda con 32 años?

-Por supuesto, saco de bueno de la lesión que estar fuera y dejar la vida futbolística me ha costado mucho. Valoras lo que tienes. He cargado pilas y baterías. Tengo las ganas de un niño de volver a jugar. De viajar, de las sensaciones únicas de ver la grada llena... Quiero jugar cuanto antes. Y tengo energía para hacerlos hasta los 36 ó 37 años.

-Se ha hablado bastante en los últimos días del vestuario, del cambio de capitán, de la existencia de varios grupos, de que falta unión, de aquel gol de penalti de Apoño no celebrado...

-He escuchado muchos rumores desde fuera, pero desde dentro no hay problemas. Lo del capitán es una decisión del mister. A nadie le gusta que le quiten el brazalete como ha pasado con Jesús, pero es una decisión del mister, que manda y tenemos que acatar. Tenemos que seguir trabajando. Al contrario, no hay grupos, el equipo está unido. No estamos mal aunque podemos jugar mucho mejor, somos conscientes. Llevo cinco años dentro del vestuario y aquí no he visto grandes problemas, en serio.

-¿Ve al público, al entorno o la prensa demasiado impacientes para que lleguen los resultados?

-Yo hablo con amigos personales de aquí y les digo que es normal. Málaga vive una película, un sueño. Hace tres años preguntas a un aficionado cualquiera que si algún día vivirá esto que estamos viviendo y te responde que estás loco, que ni en 100 años iba a pasar. Es normal que la gente está loca con su equipo. Hay jugadores que estás viendo en un equipo grande, en la tele, en la selección... Y ahora están aquí. El aficionado tiene toda la razón para estar loco con su equipo, pero sabemos también que esto no es matemática. Y que los equipos que juegan contra nosotros llegan con el doble de ganas, con extramotivación. Somos el equipo del jeque, con grandes nombres... Y hay que poner las mismas ganas y actitud de ellos. Vamos a conseguirlo.

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