Que acabe el suplicio (78-63)

El mediocre Top 16 del Unicaja va pasando como cuando de pequeño hay que tragar una papilla por orden paterna o materna. Por imperativo legal el equipo malagueño sigue jugando, pero hace ya semanas que acabó competitivamente este tramo en el que se ha dado un significativo paso atrás respecto a la temporada pasada. Es la cara B de la espectacular temporada en ACB. Pero, ya sí tras la derrota en Milán que acabó con las opciones reales de Top 8, el Unicaja ha desconectado en clave continental. Si acaso, la misión final que le puede quedar es evitar que el Baskonia le gane en el Carpena en el cierre de la fase y evitar, por aquello de las licencias nacionales, que el rival más directo llegue más lejos.

En Estambul, el Unicaja compitió de manera digna durante el primer tiempo, que acabó con un triple desde 20 metros de Bogdan Bogdanovic (39-33). De alguna manera fue una bofetada para confirmarle a los jugadores que ésta ya no es su pelea, que el cofre del tesoro está en la ACB. No obstó para que, ante las cámaras de la Euroliga, Joan Plaza pegara una rajada importante de sus jugadores. Seguramente buscaba sembrar ya para motivar a sus jugadores cara a la visita del Murcia el próximo domingo.

El penoso porcentaje de tiros libres, muy inusual, y la fuga de rebotes, también rara, eran parámetros que señalaban que el Unicaja no estaba 100% en el partido. El año pasado, cierto es que ante un Fenerbahce en un menor grado de compenetración y asimilación de ideas de Zeljko Obradovic, se obligó a los turcos a una manita de Luigi Lamonica para decantar el partido, con Domas Sabonis jugando más de 20 minutos y una plaga de bajas. Este equipo turco es otro, también hay que ponderarlo. No lidera por casualidad un grupo de alto nivel por delante de CSKA y Olympiacos. Juega otra liga presupuestaria y de calidad, pero nunca es agradable contemplar cómo te pasan por encima.

Fue lo que ocurrió tras el descanso. Plaza empezó el partido extendiendo más que nunca la rotación, con cinco hombres sin cambios durante 9 minutos y 33 segundos. Parecía un plan preconcebido, continuó de manera similar en el segundo cuarto. Pero el carrusel de cambios habitual tras pasar por el vestuario indicaba que el enfado del técnico catalán iba creciendo. A los dos minutos ya había relevado a Green y Golubovic, habituales focos de enfado. Tiene muchos recursos Obradovic, mucha altura y capacidad física. Ayer fueron Goudelock y Bjelica, más la afición posterior de Bogdanovic, quienes gobernaron el partido. Entre los tres pueden estar cerca del sueldo total de la plantilla del Unicaja. Es lo que hay, pero escudarse en ello no procede en un equipo que, como dice su técnico, no hace bandera de la excusa.

De ahí al final, el partido llegó a rozar los 20 puntos de diferencia, pero el Unicaja no acabó de entregarse y mantuvo cierto decoro. Hasta Green se picó seriamente con Vesely. Plaza dosificó minutos de su espina dorsal. Aunque cara al espectador y a la competición no pueda decirlo abiertamente, la ACB también está ya en el centro de sus pensamientos. Apenas queda un espinoso viaje a Nihzny Novgorod la próxima semana y la citada visita del Baskonia a Málaga para acabar con un suplicio. Lo triste es que el Unicaja tenía nivel de Top 8. De pelearlo, al menos. Pero la munición, seguramente de forma inconsciente, se ha concentrado en la Liga ACB.

Ficha técnica:

78 - Fenerbahçe Ulker Istanbul (19+20+24+15): Cetin (-), Zisis (2), Bjelica (15), Savas (7), Bogdanovic (11)- cinco inicial- Erden (6), Vesely (4), Goudelock (22), Hickman (8), Yurtseven (-) y Preldzic (3).

63 - Unicaja (21+12+12+18): Markovic (10), Toolson (14), Kuzminskas (6), Green (9), Golubovic (5)- cinco inicial-, Stefansson (2), Suárez (4), Granger (6), Vázquez (4), Thomas (2) y Gabriel (1).

Árbitros: Lottermoser (GER), Cmikiewicz (POL) y Papaetrou (GRE). Eliminado por cinco faltas personales Vesely.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada del Top-16 de la Euroliga disputado en el Ulker Sports Arena de Estambul (Turquía) ante 8.963 espectadores.