El adiós de Rafael Nadal, el mayor evento deportivo que vio Málaga
El astro mallorquín anuncia su retirada del tenis profesional aunque antes participará en las finales de la Copa Davis del próximo mes en el Martín Carpena
Adiós al tenis profesional en Málaga
La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, el pasado mes de julio, recordó el tamaño de la gigantesca figura de Rafael Nadal Parera (1986). Serena Williams, Nadia Comaneci, Carl Lewis surcando el Sena en una lancha con él, aquel chico de energía inagotable, de melena salvaje y golpes imposibles que irrumpió como un trueno con 17 años en el circuito ATP y que más de dos décadas después dice adiós al tenis profesional. Así lo anunció este jueves, lo que coloca a Málaga en el foco. Adjunto al mensaje de despedida iba una cita para un último baile. Será en las finales de la Copa Davis, que se celebrarán del 19 al 24 de noviembre en el José María Martín Carpena. Una recompensa impresionante para la altísima inversión que se ha realizado desde las instituciones (Junta de Andalucía con el grueso, también Ayuntamiento y Diputación), no comprendida por muchos ciudadanos, durante estos tres años para albergar la fase final de la mítica y centenaria competición, en tribulaciones con el cambio de formato tras las demandas de los jugadores, pero siempre emblemática con esa impactante Ensaladera.
“Han sido dos años difíciles, no he sido capaz de jugar sin limitaciones. Me ha llevado tiempo tomar esta decisión, pero en esta vida todo tiene un principio y un final y creo que es el momento adecuado para poner punto y final a una carrera larga y exitosa, pero me hace muchísima ilusión jugar la final de la Copa Davis y representando a mi país. Es cerrar el círculo. Una de mis primeras alegría de tenista profesional fue en Sevilla en 2004 y ahora acabaré así, me siento un súper afortunado por todas las cosas que he podido vivir”, eran las palabras con las que Rafa Nadal confirmaba su adiós y tamién su presencia en Málaga, tierra que no le es desconocida, puesto que jugó un par de ediciones de un torneo de exhibición en la primera década del siglo y en la que él y su familia van a invertir con la gestión de Inacua Raqueta, pactada desde hace meses.
No hay entradas para ver a la selección española desde horas después de que se pusieron a la venta a las entradas hace dos semanas. Se habían vendido abonos generales, pero una vez salieron las sesiones concretas, la del martes 19 de noviembre, choque inaugural, volaron. No es sólo Nadal, es también Carlos Alcaraz, con el que formó un doble icónico en París, sin medalla pero con una imagen para la posteridad. Y Pablo Carreño, Roberto Bautista y Marcel Granollers, el mejor doblista del mundo. Un equipo con la misión de conseguir la séptima Ensaladera para España, que ahora tiene seis. Además, de la del iniciática del año 2000, España ha conseguido la del 2004 (derrotando a Estados Unidos), 2008 y 2011 (venciendo a Argentina), 2009 (ganando a República Checa) y 2019 (superando a Canadá). En todas estuvo Rafa Nadal, incluso en la primera, con sólo 14 años, cuando fue el abanderado del equipo nacional que abrió la lata y borró una frustración histórica del deporte español en el Palau Sant Jordi de Barcelona batiendo a Australia con Juan Carlos Ferrero, ahora entrenador de Carlos Alcaraz, como héroe. Nadal era ya un infantil que llamaba la atención en el mundillo de la raqueta. No se podía pronosticar lo que vino después, pero ha sido un camino alucinante que tendrá un epílogo en Málaga.
Para la competición es un bombazo disponer de uno de los mejores de la historia en su despedida, le da realce a nivel local e internacional. El presidente de la ITF, organizadora del evento, David Haggerty, glosaba lo que supone la figura del jugador español. “Rafael Nadal es uno de los mejores tenistas masculinos de todos los tiempos y por más triste que sea escuchar esta noticia, me gustaría felicitarle por su fenomenal carrera. Por supuesto, su historial individual habla por sí, pero fue cuando tenía la bandera de España en el pecho cuando le vimos en su mejor momento. La extraordinaria pasión que mostró al llevar a España a ganar cuatro títulos de Copa Davis perdurará en nuestra memoria y ha inspirado a una generación de jóvenes de todo el mundo a coger una raqueta. Dos veces oro olímpico medallista – en individuales masculino en Beijing 2008 y dobles masculino en Río 2016 – el impulso de Rafa para ser el mejor para su país ha sido sorprendente”, señalaba Haggerty: “En la ITF, nuestro trabajo como guardianes globales del tenis con responsabilidad de desarrollar el juego en todo el mundo se ve realzada por los logros de un icono y modelo a seguir como Rafa. La Final a 8 de la Copa Davis del próximo mes en Málaga ya se perfilaba como otro evento espectacular. Es apropiado que un hombre que ha competido con tanto orgullo con los colores de su nación tenga la oportunidad de hacerlo en la competición del tenis por equipos internacionales por última vez”.
Competitivamente, los últimos pasos de Rafa Nadal no han sido estelares, ha sufrido, ha perdido ante rivales que le hubieran hecho pocos juegos en su plenitud. Era la pelea contra el tiempo y la edad de un héroe en decadencia que le ha hecho más humano. Es parte de su filosofía de vida, negar la derrota, un diestro para todo que se hizo zurdo para el tenis y eso le hizo más peligroso. Ya ahora hay una fecha definitiva para el adiós y será en Málaga. ¿Se verá una versión digna? “Si él está bien y lo veo entrenar bien lo pongo de número dos. Es más, cuando salió el sorteo, el primer mensaje que puse a él fue “prepárate, que vas a jugar contra van de Zandschulp”, el dos de Países Bajos. Y su contestación fue “estaré”, esa fue su respuesta. Se motivará para estar ahí”, decía semanas atrás David Ferrer, compañero en varias Ensaladeras y ahora capitán del equipo. Esa idea de despedirse con un Rafa campeón es lo suficientemente sugerente como para pagar altas cantidades en la reventa, como ya se mueven. Vendrá Djokovic, seguramente Federer, el parqué del Carpena ha vivido momentos increíbles desde su inauguración en 1999, pero para celebrar sus 25 años viene el mayor evento deportivo que quizá Málaga haya acogido en su historia. El adiós del increíble mito Rafael Nadal Parera.
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