Davidovich sigue en una nube: a octavos del US Open
Crónica y resultado del Alejandro Davidovich-Cameron Norrie del US Open
El malagueño vence a Norrie y es la primera que se mete en la segunda semana de un Gran Slam
Le esperan Mannarino o Zverev, número siete del mundo
Magistral Alejandro Davidovich, que sigue en una nube en el US Open. Fabuloso estado de forma y mental del malagueño, que con 21 años se coló en los octavos de final del Grand Slam estadounidense. Para dar un alcance del calibre de su victoria frente a Cameron Norrie (6-7, 6-4, 2-6 y 1-6) basta decir que es la primera vez que llega a la segunda semana de un grande. En dos horas y 43 minutos pasó por encima del británico, de origen sudafricano, para aprovechar una oportunidad de oro. Ahora, en el de La Cala del Moral, tenis y cabeza van por la misma senda y se nota en la pista. Por momentos un ciclón.
Supo intercambiar golpes en la primera manga, donde tuvo problemas en el saque para forzar el tie break. En ese alargue gobernó a su antojo y se apuntó el primer set. Perdería el segundo, que también estuvo apretado. Se le bajó la persiana al joven, que se encontró con un break de Norrie en el comienzo del tercero. El británico servía para poner el 3-1, pero el malagueño se levantó y le rompió el servicio. De ahí hasta que se abrazó con Jorge Aguirre para celebrar el triunfo fue una apisonadora. Hizo ocho juegos seguidos y hasta la victoria forzó 18 puntos de rotura, de los que aprovecharía seis para vencer de manera plácida. Con 57 errores no forzados acabaría su rival, una cifra altísima para poder competir a este nivel.
"Nos hemos matado a entrenar y está dando sus frutos", decía el tenista de la provincia, que ha llegado donde ningún otro lo hizo en la historia, que sigue subiendo peldaños. Decía que la de Novak era la mejor victoria de su carrera, por encima de aquella épica en Estoril frente a Monfils, pero ya tiene una nueva postal. Si tenísticamente es mucho más sólido, ha cambiado el highlight por golpes más efectivos, su cabeza ahora se acerca más a un reloj. Su entrenador y él sabían desde hace años que era la única manera de sobrevivir y ascender en esa selva llamada ATP. Poco a poco todo fluye y Davidovich no para de ascender. Hoy aprovechó un caramelo, un número 76 del mundo en tercera ronda, y ya se ha colado entre los 16 mejores de un Grand Slam. Ante la ausencia de Rafa Nadal, los otros españoles en liza son Roberto Bautista y Pablo Carreño, que tienen que jugar sus duelos de tercera ronda. Es el primero que accede a este escalón de un grande con 21 años desde que lo hiciera Rafa.
Ahora le espera un reto superior el ganador del Adrian Mannarino-Alexander Zverev. Como es lógico, el alemán es favorito. Cabeza número cinco de este US Open y número siete en el ránking ATP. Nunca jugó un partido con un tenista de nivel tan alto. Sería una buena prueba para ver en qué escalón está el malagueño, que se ha ganado el derecho a soñar. Para calibrar su gesta hasta ahora había ganado en su trayectoria un partido en Grand Slam. En menos de una semana ha enlazado tres. Una mejoría que le va a permitir subir desde el puesto 99. La subida debe ser gorda, su tope está en el 82. También habrá cuantiosos beneficios económicos, como mínimo 250.000 dólares. Poco más del doble había ganado en su carrera.
"No estoy nada sorprendido. Hemos trabajado duro en la cuarentena y después de la cuarentena, a muerte. No ha habido ni un día de descanso. Gracias a ese trabajo que hemos hecho estamos recogiendo el fruto", dijo el tenista de 21 años después del duelo", explicó Davidovich tras el partido, mientras tenía buenas palabras para su grupo de trabajo, que encabeza Jorge Aguirre: "Estoy muy agradecido a mi equipo por todo el trabajo. Sin ellos no estaría donde estoy. Estoy evolucionando de menos a más".
En ese sentido, atribuyó parte del resultado al trabajo con su psicólogo desde hace años, al quien llamó hoy tras pasar una noche de nervios y amanecer con un "nudo en el estómago" de cara a la tercera ronda disputada en la tarde de este viernes. "Ha sido un partido duro aunque el resultado parece fácil. (Norris) es un tío zurdo que sacaba bastante bien y me ha resultado difícil porque hace tiempo que no juego con un zurdo", comentó. Ahora le espera un desafío de altura.
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