Davidovich vence a Draper y a sus demonios y está en cuartos de final de Montecarlo

Alejandro Davidovich se coló entre los ocho mejores del Masters 1000 de Montecarlo, los cuartos de final, tras un duro partido para derrotar al número seis del mundo y quinto cabeza de serie, Jack Draper. El británico no es un gran especialista en tierra batida, aunque está en el mejor momento de su carrera y venía de conquistar el Masters 1000 de Indian Wells. Es una gran victoria de Davidovich, que, no obstante, podía y debía haber finiquitado antes el duelo. No es restar mérito a la victoria del vigente 42 del mundo sobre el seis, pero lo que se vio en la pista era para que el duelo de casi tres horas hubiera durado menos. Pero lo importante es que el malagueño supo sufrir en una situación en la que frecuentemente se abandonaba, después de no haber cristalizado una bola de partido en el tie break del segundo set. Se recuperó y liquidó con un 6-4 la manga definitiva después del 6-3 del primero y el 6-7 (6) del segundo.

En esta pelea, Davidovich venció al rival y a sus demonios internos, esos a los que alguna vez refirió él mismo que tenía que combatir. Con el mando en el partido se veía por la retransmisión cómo su entrenador, Félix Mantilla, se desesperaba por lo que transmitía el malagueño pese a dominar el partido. De hecho, Mantilla, que le dirige ahora tras su cambio de equipo a mediados de 2024, acabó yéndose del reservado. Pero es también parte del progreso del malagueño, que, camino de los 26 años, los hará en junio, sigue experimentando vivencias. Controlar su cabeza, gestionar las frustraciones y también las alegrías es parte del trabajo que se hace. Y, por lo que se, va dando algunos frutos. Su tenis, por golpes y cualidades, es para estar en el Top 20 regularmente con algún salto al Top 10.

El tenista español se enfrentará en cuartos al australiano Alexei Popyrin, 27 del mundo, que ganó al noruego Casper Ruud, cinco en el ranking, por 6-4, 3-6 y 7-5. Pero hasta ese momento merece saborear una victoria relevante en el Country Club, donde escribió una de las mejores páginas de su carrera, cuando alcanzó la final en el 2022 que perdió con el griego Stefanos Tsitsipas después de eliminar a Djokovic y Fritz. El heleno se interpuso otra vez a Davidovich. En la otra vez que llegó a cuartos de final. Evitó el paso del español a semifinales. Ahora será la tercera ocasión en su mejor torneo de tierra por trayectoria, en la que es ahora su casa desde el año pasado.

En este 2025, el malagueño rozó la gloria en Delray Beach y Acapulco, las otras dos finales que ha disputado. También sin éxito. Aún así, Davidovich sigue su camino, insiste. Como ante Draper, al que desarboló en el primer set, en el que comenzó rompiendo antes de que Draper recuperara y hacer el break definitivo en el momento justo, y al que pudo vencer en el segundo,. Dominaba 3-1 cuando hubo un parón por un espectador que se sintió indispuesto. Pero el británico, campeón este año en Indian Wells disfruta de un estupendo momento en la gira y apuntaba a su decimonoveno cuarto de final, el tercero en tierra. Con 6-5 y resto en el tie break, Davidovich no pudo colocar la bola en juego y el británico ganó tres puntos seguidos.

El tercer set fue loco, con 3-2 y cuatro roturas, dos para cada uno, el encuentro se estabilizó algo. Draper parecía justo de piernas y oxígeno. Con algún punto que no procedía, pero peleando hasta el final como no hacía en otras épocas, Davidovich selló su segunda victoria ante un Top 10 en lo que va de 2025 (la otra fue a Fritz en Delray Beach) se hizo fuerte en un evento en el que se siente a gusto para progresar y alargar sus aspiraciones. Ya está en sus primeros cuartos de final en tierra desde Barcelona 2023.