Davidovich vendió cara su piel ante Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Montecarlo

No defraudó el duelo entre tenistas españoles en esta semifinal del Masters 1000 de Montecarlo. Alejandro Davidovich vendió cara su piel ante un Carlos Alcaraz que ofreció posiblemente el mejor tenis que ha mostrado en lo que va de torneo pero que sufrió de lo lindo ante su amigo y compañero. Fue en dos sets (6-7 y 4-6), pero qué dos sets. Porque el malagueño mandó un mensaje al circuito de que está de vuelta y con ganas de guerra.

Sigue escalando un Davidovich que logró puntos impresionantes y que activó en no pocas ocasiones el modo supervivencia ante bolas de juego, set y, sobre todo, de partido en la recta final. Fueron algo más de dos horas de un tenis que los presentes (mucho VIP entre el respetable, por cierto, como Totti, Deschamps, Eva Longoria, Liev Shcreiber...) terminaron por recompensarle con vítores por su titánico esfuerzo.

Da rabia, viendo su desempeño, que Davidovich no sea un Top10 o como mínimo un Top20 alto. Lo tiene todo para comerse el mundo y sin embargo en el último peldaño algo falla. Es una especie de Sísifo que esconde un "what if" de manual. El día que dé con la tecla...

Les costó a ambos en un primer momento ser eficaces con el propio servicio, mostrándose un tanto errático Alcaraz, que sin embargo logró poner a bailar a Davidovich para un 2-5 que parecía dejar el set liquidado. Ahí se creció el malagueño. Un grito desesperado, rabioso, con el murciano saboreando una ventaja que era punto de break y set. El de La Cala se recompuso y recondujo el juego para el 3-5.

Hizo dudar a Alcaraz, a quien le rompió el saque (4-5) y luego puso a perseguir sombras para igualar la manga. Contestó con un 5-6 por la vía rápida, pero Davidovich se mantuvo erguido llegando al 6-6 culminado con su primer ace. La muerte súbita fue demasiado para él.

Entre acto y acto pidió la ayuda a su fisio. Pero no arrancó bien y con servicio no fue capaz de sostenerse tras varias ventajas de Alcaraz, que rompió el juego y luego cumplió para un 0-2 que hacía presagiar un set de rápida resolución. No concedió el 0-3 el malagueño, que resistió y resistió para el 1-2 tras doce minutos de tenis de altura.

El murciano estuvo cómodo en el 1-3, pero Davidovich tiró de estilo y clase para hacerle sufrir en el quinto juego (2-3), dejando en blanco a un Alcaraz que replicó con contundencia (2-4). El malagueño no tiraba la toalla aunque le costaba más retener sus juegos (3-4) que a su adversario, que tenía la final a tiro (3-5).

Y llegó el juego del día y casi del torneo. Davidovich salvó hasta cuatro match point, con dejaditas, en la red, con buenos primeros saques, con talento y fe, hasta que doblegó a Alcaraz (4-5). Hasta ahí le alcanzó, porque el murciano remató la faena con tres bolas de partido en su servicio. Sonrieron juntos en el abrazo final. Fokina sabe lo que hizo y contra quien.