El dilema de Dragic
Sus agentes tienen constancia de que más de una franquicia de la NBA cubriría los 500.000 euros de su cláusula de salida El jugador aguarda para tomar una decisión
En la plantilla del Unicaja hay tres jugadores que no fueron drafteados por la NBA, quizá porque su puesta en el escaparate llegó algún año más tarde de cumplir los 22 años. Comparten año de nacimiento, 1989, Jayson Granger, Mindaugas Kuzminskas y Zoran Dragic. El uruguayo y el esloveno han cruzado el charco algún estío para jugar las ligas de verano. Los tres son jugadores golosos para las franquicias norteamericanas. Además, tienen un plus, para ellas y para ellos. Pueden ir a cualquiera de ellas sin negociar porque ninguna tiene sus derechos.
El jugador que más ha brillado esta temporada, aprovechando el viento a favor de su magnífico Europeo, ha sido Zoran Dragic. El zurdo cumple contrato este verano, pero el Unicaja tiene una opción unilateral de prorrogar dos temporadas más el compromiso. El precio que tendría que pagar el jugador, o el club que le quisiera, para romper esa intención del equipo malagueño de ampliarle sería 500.000 euros si fuera de la NBA o un millón para Europa. Cantidad asequible para los Estados Unidos, donde cada franquicia puede acometer hasta 500.000 dólares sin que cuente para el límite salarial. La diferencia (poco más de 100.000 euros) es asumible para el jugador.
La agencia BDA, que lleva los asuntos de Dragic, tiene constancia de que al menos un par de franquicias de la NBA asumirían esa cantidad para incorporarle a sus filas la próxima temporada. Es evidente el interés de Phoenix, donde su hermano Goran ha realizado un temporadón que casi le llevó a rozar el all star, así como la presencia de su equipo en los play off que empezaron el pasado sábado. John Treloar, director de personal del equipo de Arizona, ha estado este año más de una vez en el Carpena para presenciar in situ las evoluciones de Dragic. Una de ellas fue el partido ante el Panathinaikos de la Euroliga.
La NBA seduce a Dragic, lógicamente. Más aún con su hermano como padrino. El dilema de Zoran es si acometer ya el salto o aguardar algún año más. A día de hoy la decisión seguramente sería la de marcharse, aunque el jugador, cuando se le cuestiona, emplaza hasta final de temporada para estudiar el asunto. No quiere desviarse de lo deportivo. El verano pasado hubo desencuentros que se solventaron para bien.
Joan Plaza opinaba hace un mes en una tertulia en Canal Sur sobre la situación de Dragic y su hipotético salto a la NBA. "Necesita un entrenador que le permita tirar, correr. Es todo pasión, es el primero en llegar al entrenamiento y el último en irse. En Eslovenia jugaba de tres, ahora puede jugar de dos e incluso subir el balón. Siempre pongo el ejemplo de Ginóbili cuando se habla de alguien que se puede ir a la NBA. Ganó todo aquí y después se marchó. Irse a la NBA no sería bueno, creo, aún para él".
Aunque el diálogo con los agentes de Dragic es fluido, el final de la temporada determinará qué decide el esloveno. La pasarela a la NBA la tiene tendida y el Unicaja no es ajeno a ello. Falta el desenlace. Sería una venta más que sumar a las de Freeland y Kuzmic, antes Garbajosa, a la mejor liga del mundo procedente desde Málaga. Serían 500.000 euros más.
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