El dilema europeo del Costa del Sol

Balonmano

El subcampeonato de Liga da la opción de jugar la European League, una competición de más nivel que la EHF pero que exige más dinero

Récord de asistencia a un partido de balonmano femenino en España

Partido Costa del Sol-Rocasa en el Carpena.
Partido Costa del Sol-Rocasa en el Carpena. / Javier Albiñana

El Costa del Sol paladea otra temporada histórica, con un título y dos subcampeonatos más el diploma honorífico de haber llevado más de 7.000 personas a un partido de balonmano femenino en España, tope histórico. El crecimiento del club, deportivo y estructural, es grande pero, una vez se van avanzando pantallas, se van abriendo nuevos escenarios. Es lo que ocurre con la competición europea. El club ha encadenado un título y una final en la EHF Cup, la tercera competición continental en el escalafón. El subcampeonato de Liga abre la opción de competir en la European League, la segunda competición continental, en la que el nivel sube bastante y, si se avanza, el gasto económico también.

Aunque el nivel de la selección española (semifinalista en los dos últimos mundiales) es alto, el de los clubes no llega a tanto. Es impensable acceder ahora a la Champions, la gran competición del balonmano femenino. Pero ya en la European League hay equipazos. Por poner un ejemplo, los dos equipos españoles que esta temporada compitieron no alcanzaron la fase de grupos. Hay que pasar dos eliminatorias. El Atlético Guardés venció Niederösterreich (53-48) austríaco en la primera ronda y cayó en la segunda por diferencia (64-47) ante el Besançon. Por su parte, el mejor equipo español, el Bera Bera, venció al París por 53-48 y cayó con el Ramnicu Valcea rumano (63-55), equipo en el que jugara varios años Marta López. Después se accede a una fase de grupos (cuatro de cuatro equipos), con cuartos, semifinales y final, estas dos últimas rondas en formato de Final Four. Además, ya no pueden jugarse las eliminatorias y los partidos en un mismo país, como suele suceder en la EHF para ahorrar gastos. Y las demandas de la competición se elevan, desde el tipo de cancha y pista a requisitos de diverso calado.

El Costa del Sol hace cuentas ahora, hay reuniones pendientes en las próximas fechas. Tiene pros y contras, aunque el tema económico pesa bastante. El nivel que ha alcanzando el equipo le hace merecedor de ese paso adelante, el viaje hasta la final de la EHF Cup fue este año un paseo, con victorias muy holgadas. Pero las exigencias también. Visto el nivel, quedarse en las eliminatorias entraría dentro de la lógica y ya sólo quedaría la competición nacional. Pero pasar a la fase de grupos son seis partidos más seguros y desgaste. Y más dinero. Hay también una Copa de la Reina en Málaga en 2023 muy sugerente. En fin, muchos parámetros que valorar para crecer en la competición europea.

El club ya confirmó el refuerzo de Elena Cuadrado, que participará en breve en los Juegos del Mediterráneo. Pueden llegar un par de ellos más y el grueso del equipo campeón de las dos últimas temporadas continuará en Málaga para seguir desarrollando un proyecto que va creciendo y que va asomándose a nuevos retos.

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