El Dream Team de España ya está listo para la Copa Davis

Málaga/La confluencia en el tiempo de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz es una anomalía estadística. "Una bendición", dice el capitán español de la Copa Davis, David Ferrer. Ha habido grandes equipos de Copa Davis en España. Desde los tiempos de Santana, cuando se jugaron dos finales ante los inabordables australianos con Súper Manuel al frente, hasta el equipo que consiguió la primera Ensaladera, en el año 2000 en el Palau Sant Jordi. En aquel equipo de transición entre el pasado siglo y el actual coincidieron dos números uno del mundo (Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero), un número dos (Álex Corretja), otro ganador de Roland Garros (Albert Costa)... Un equipazo que jugó varias finales (2003 en la hierba australiana con derrota, 2004 con victoria en Sevilla, ya con Nadal). Pero para dimensionar lo que supone una figura como la de Carlos Alcaraz, el murciano tiene 21 años y ya posee más grand slams (cuatro, dos Wimbledon, un US Open y un Roland Garros) que toda esa tremenda generación junta, que amasó tres (Moyá, Ferrero y Costa, un Roland Garros cada uno).

La presencia de Nadal es hipnótica y concita máxima atención, pero el efecto Alcaraz es multiplicador. Viene de un tramo de temporada no muy brillante, con eliminación en cuartos y octavos de final en los Masters 1000 de París y Shanghai y en la fase de grupos del Masters. 5-4 es su balance de los últimos nueve partidos. Ha reconocido que las temporadas se le hacen largas, que quizá debe meter más horas. Su último título fue en Pekín en una gran final ante Sinner a finales de septiembre.

Pero Carlitos llega eléctrico y con energía a Málaga, superado ese catarro que le mermó en Turín. Se le vio disfrutar en los Juegos de París con ese que parecía último baile con Nadal, representando a España y ganando esa plata en individual. Y mantiene la sonrisa en su primer entrenamiento en las pistas auxiliares montadas a unos 500 metros del Carpena. Allí se ejercita con Roberto Bautista, en algo más de una hora de trabajo intensivo. En la pista de al lado quien trabaja es Rafa Nadal, que juega un partido de entrenamiento con Alex de Miñaur. El tenista de formación española, crecido en Alicante pero nacido en Australia (padre uruguayo y madre española) fue reclutado desde las antípodas porque la Federación Española no fue muy activa. Llega desde Turín, desde las ATP Finals. No estaba en la lista inicial de convocados por Lleyton Hewitt, pero le fascina la competición, de hecho ha sido el líder del equipo aussie que ha jugado las dos últimas finales en Málaga. Y se ha alistado a última hora para intentar jugar la tercera en una parte del cuadro con muchas minas. Se hacen sudar mutuamente dos tenistas que han forjado su carrera en el esfuerzo máximo, en diferentes dimensiones.

En la historia Open, desde 1973, ha habido 29 tenistas que han sido número uno del mundo. Cinco de ellos coincidían en apenas unos metros cuadrados. Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero, los técnicos de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, más Lleyton Hewitt. Son los pequeños lujos que permite ver esta competición.

El postre para Nadal y Alcaraz es una sesión de entrenamientos en doble. Marcel Granollers, doblista top que lleva más de una década en la élite de la especialidad, es el compañero del murciano mientras que al mallorquín lo acompaña Pedro Martínez mientras Bautista descansa y acaba antes la sesión. Son casi dos horas de entrenamiento, intentando alcanzar algunos mecanismos por si son necesarios los desempates en el camino hacia la Ensaladera. No existe la certeza de que Nadal juegue el individual, es algo que quizá sólo él sepa ahora mismo. Pero sí es cierto que ha realizado varias sesiones de nivel desde que llegó a Málaga.

El particular Dream Team del tenis español tiene este lunes una rueda de prensa colectiva en la Reserva del Higuerón, en Fuengirola, el cuartel general de todos los equipos. Hay más de 500 periodistas acreditados para la competición y allí estarán muchos de ellos, para escuchar la voz de los protagonistas.