Un entremés con importancia

Es difícil abstraerse al magnetismo del partido del domingo en el Buesa Arena. Jugará el Unicaja en Vitoria el primer encuentro a todo o nada de la temporada. 72 horas antes, un encuentro de Euroliga ante un rival ya eliminado y sin nombre puede inducir al error. No es un partido intrascendente esta visita del Orleans al Carpena. Una victoria del Unicaja le aseguraría matemáticamente el segundo puesto del grupo y le permitiría seguir en la pelea por el primero. De hecho, si el Olympiacos perdiera su encuentro en Estambul hoy, el equipo de Aíto sería líder provisional a falta de una jornada.

El botín, cierto es, no es cuantioso. Pero si la diferencia entre ser primero y segundo, a efectos del sorteo del Top 16, parece tenue, sí se percibe un salto importante entre ser segundo o tercero a la hora de afrontar la siguiente ronda. Y no es buen plan ir al Siemens Arena de Vilnius a defender la segunda posición.

En cualquier caso, como se encargan de recordar en sus comparecencias públicas jugadores y técnicos, el reto está en mejorar día a día, partido a partido. Y la confianza se construye con victorias, a pesar de que la imagen pendular que ofrece el equipo pueda llevar al desconcierto. No será un encuentro sencillo de afrontar desde el punto de vista anímico. El Carpena puede registrar una de las peores entradas de su historia. Rival sin nombre alguno, resaca navideña en el cuerpo demasiado reciente, vuelta al colegio y coincidencia horaria con el partido de Copa del Málaga en La Rosaleda. Pero oír los sones del Devotion debe ser siempre un privilegio, nunca una molestia.

Como siempre en la previa de un partido, Aíto está pendiente del parte médico. Con Berni y Saúl aún en la enfermería durante un tiempo, la principal preocupación es Robert Archibald. Las lesiones están trabando al pívot escocés, que no encadena varios encuentros sin problemas físicos. Se perdió el partido del Granada por una lumbalgia que le ha tenido parado hasta ayer, cuando completó un trozo del entrenamiento matinal que realizó el equipo. En función de su evolución se decidirá si participa o no, aunque visto lo que se avecina no parece probable que Aíto le fuerce demasiado. Estará Jiménez, parado a principios de semana por un contusión en un pie.

Con Cook convertido en líder del equipo, en un momento de forma excelso, se necesitan más peones que se suban al carro que conduce el base neoyorkino. Welsch y Jiménez han dado estabilidad durante la temporada, pero se necesita un mejor Dean (el club continúa rastreando el mercado buscando un relevo que pueda mejorar sus prestaciones), un Freeland más constante y así hasta llegar al fondo del banquillo. Allí donde Rafa Freire y Augusto Lima pegan bocados y ganan minutos con su trabajo en entrenamientos y partidos.