La grata sorpresa de Pellegrini
Su lectura del partido y su reacción en los momentos claves, algo por lo que se le ha criticado desde que llegara al Málaga, resultaron vitales en la victoria en Getafe
Una de las principales claves de la última victoria del Málaga se encuentra en el banquillo, en la figura de Manuel Pellegrini. Justo por variar en una mecánica adquirida por el chileno desde que llegó a Málaga pudo ser más sorprendente incluso, pero en realidad lo que hizo el técnico blanquiazul es demostrar en el Coliseum Alfonso Pérez su capacidad para leer los partidos, detalle que sí que se le había achacado en contra anteriormente por su inmovilismo táctico y sus sustituciones casi prefijadas de antemano.
Sorprendió el chileno con dos cambios al descanso, cuando por norma empieza a intercambiar piezas a partir de la hora de encuentro. Pero no fue la única variante con la que volvió el equipo del vestuario tras el citado receso, sino que también modificó su dibujo, algo que había sido innegociable hasta la fecha. Tras la entrada de Joaquín y Eliseu por Recio e Isco, el Málaga dejó de jugar con un doble pivote, en el que uno se encarga de las labores defensivas y el otro de las creativas, a colocar solo en esa zona del campo a Toulalan y cinco hombres de ataque. Una apuesta decidida y valiente para remontar un encuentro que tenía mejor marcador con el 1-0 en contra que la imagen ofrecida por los malaguistas hasta ese instante.
La entrada de dos hombres específicos de banda, como son el gaditano y el portugués, provocó que desapareciera el embudo que se había formado en el frente del ataque malaguista, principalmente en la zona central, una propuesta que estaba resultando fácil de contrarrestar para el conjunto azulón. Además, Cazorla empezó a verse más liberado, cerca de su zona de influencia natural y con menos obstáculos para poder desarrollar su juego. Esta situación general se vio favorecida también por el paso al frente adoptado por la línea defensiva. Así, el equipo estuvo más junto, aprovechó mejor los espacios sin encerrarse tanto por el centro y pudo ganar la pelota a base de su mejor manejo y de una presión más arriba que le hacía recuperarla antes. El que pasó a sufrir el embudo fue el rival.
También resultó inesperada la entrada de Demichelis cuando se había iniciado la remontada y el marcador reflejaba la igualada a un gol tras el misil de Eliseu con su pierna derecha. Lo que aparentemente, al entrar por un delantero como Sebastián Fernández, daba la impresión de que era un camino para firmar un armisticio figurado con el Getafe, dar un paso atrás y al menos asegurar el punto que le daría ese tanteador, acabó demostrando que era un enroque perfecto para darle al equipo un nuevo aire.
Con Demichelis en el centro del campo, Toulalan salió beneficiado al no tener que dedicarse única y exclusivamente a tapar los agujeros, labor para la que el francés ha demostrado sus grandes virtudes. También, ante la inteligencia táctica y seguridad que aportó el argentino a la medular, pudo desplegar otra característica que, aunque no la haya podido demostrar con frecuencia, adorna sus virtudes: la llegada o incorporación a la zona de tres cuartos. Toulalan reconoció a este diario en una entrevista la semana pasada que cuando empezó su carrera en Nantes "era un jugador de regate". Por tanto, más habituado también a llegar al frente del ataque y no sólo a servir de apagafuegos. Habiendo dotado Pellegrini de mayor estabilidad al centro del campo, como reconoció en la conferencia de prensa tras el envite, y sabiendo Toulalan que tenía las espaldas guardadas con Demichelis, así se pudo gestar el segundo gol malaguista, también de bellísima factura.
El más favorecido con esta última tesitura resultó de nuevo Cazorla. Al fin se le pudo ver en la posición en la que hace menos de una semana deslumbró en La Rosaleda vistiendo la camiseta de la selección española. Al fin volvió a demostrar que es un futbolista especial, pues su gol no está al alcance de cualquiera.
La reacción de Pellegrini en el partido ante el Getafe será recordada como el primer gran giro que da el chileno a un partido desde el banquillo desde que es el entrenador del Málaga. Demuestra que cuenta con un amplio abanico de jugadores, con una amalgama de características diferentes que enriquecen el plantel. Pero, sobre todo, que resultó ser una de las sorpresas más agradables en lo que va de curso.
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