"Si te gusta el baloncesto amas jugar en Málaga"
marcus slaughter, jugador del darussafaka
El americano, que lo ganó todo con el Madrid, es uno de los referentes del pujante equipo turco que mañana llega al Carpena "Jugar allí motiva mucho", dice
La voz de Marcus Slaughter (San Leandro, California, 1985) suena cálida al otro lado del teléfono, como si se alegrara de una llamada española. El pívot americano, vigente campeón de casi todo con el Madrid, emigró al emergente Darussafaka y hoy aterriza en Málaga para medirse mañana al Unicaja. Explica el porqué del cambio y sus pensamientos sobre el partido, su rival y la cancha donde jugará.
--¿Qué tal le va por Turquía?
-Es una liga diferente a la de España, una competición distinta, cambia el baloncesto. El país está bien, aunque es muy diferente a España. Hay mucho talento en las pistas.
-Su agente, Misko Raznatovic, dijo hace pocas fechas que el nivel de Turquía había sobrepasado al de la ACB. Hay más gente que piensa como él. ¿Tiene esa sensación tras sus primeros meses allí?
-Honestamente, es muy pronto porque no he jugado contra todos los equipos y hay que ver cómo es la exigencia en la Copa o en el play off, en los momentos calientes. Sí es verdad que hay muchos muy buenos jugadores. Pero hoy aún no puedo decir si es mejor que la ACB.
-Desde fuera, se ve a un Darussafaja con muchos buenos jugadores pero que aún no es un equipo sólido.
-Es un equipo nuevo y es muy difícil construir en pocos meses un gran equipo. Hay una muy buena inversión, pero esto no se trata sólo de poner dinero y construir un equipo en un año. Eso requiere de tiempo, química, conocimiento mutuo entre los jugadores. Es el primer año en Euroliga. En el club y la estructura hay mucha gente debutando en la competición. Es muy díficil ganar partidos en la Euroliga, es una competición que te exige mucho. Ser nuevo no es fácil. Tenemos buenos jugadores, pero no nos conocemos aún entre nosotros lo suficiente para ser un gran equipo.
-¿El Top 16 es el objetivo real?
-Seguro, es el objetivo. Tenemos el reto de meternos ahí. Dependerá de lo rápido que nos conozcamos y nos adaptemos. No tenemos demasiado tiempo, no podemos perder muchos partidos. No es fácil. Y ahora llegamos a Málaga tras una derrota, es un partido de inflexión. Necesitamos un triunfo y Unicaja está jugando muy bien.
-¿Cómo se produjo la decisión de cambiar al campeón de todo, el Real Madrid, por un debutante en la Euroliga como el Darussafaka?
-Fue una decisión muy difícil de tomar. Amo Madrid, el club, la organización, el coach... pero este año hubiera sido bastante complicado. Por el tema del pasaporte hubiera jugado sólo la Euroliga y no la ACB. Y quería jugar ambas cosas, es complicado para un jugador ver cómo tus compañeros juegan dos partidos a la semana y tú sólo uno. El Darussafaka apareció y me ofreció eso y un dinero que era bueno para mí. Quería de partida estar en Madrid. Pero en el baloncesto, en el deporte profesional, todo puede cambiar en un momento. Y ahora estoy en Turquía con un club que quiere crecer.
-¿Ve seriedad y planificación en el proyecto?
-Sí, sí, seguro. Es una buena estructura y sólo falta el tiempo para construir, es un proceso. Percibes en el club la ilusión de crecer, en toda la gente del staff. Se trabaja para atraer público, es excitante ver cómo se construye algo. Somos nuevos, pero quizá en tres años seremos contendientes a la Final Four o a ganar la Liga de Turquía. Están las bases para crecer.
-Se le vio muy involucrado en el Madrid, la afición le tenía entre sus preferidos. ¿Qué recuerdos tiene?
-El número uno, cuando fuimos campeones de la Euroliga. Era algo que todos necesitábamos tras perder dos finales en años anteriores. También, toda la gente, los amigos que hice en la ciudad y en el club. Nunca olvidaré tampoco cuando estuve en Múnich con el equipo de fútbol para la semifinal de la Champions y ganamos al Bayern 0-4. Jamás lo olvidaré.
-En Estambul tiene equipos de futbol para elegir. Galatasaray, Besiktas, Fenerbahce...
-No, no, mi único equipo de fútbol es el Real Madrid (risas).
-En el Madrid le vimos como un jugador esencialmente defensivo, un especialista. ¿En el Darussafaka tiene más protagonista en ataque?
-Es un rol más grande. Defensivamente soy importante, lo sé y tengo unas obligaciones. Pero sí es verdad que tengo más oportunidades para brillar en ataque. Es otra función distinta y puedo hacer más cosas diferentes.
-Ha jugado en varias ocasiones en Málaga. Con Valladolid, Bamberg, numerosas veces con el Real Madrid. ¿Cómo le explicaría a un compañero cómo es jugar en el Carpena?
-Es un gran palacio, con un ambiente bonito, con seguidores que aman a su equipo. Cuando está lleno suena fuerte, fuerte (risas). Recuerdo el partido de la pasada Navidad o los play off de la anterior temporada con el Madrid, la gente estaba encendida. Es muy díficil ganar allí, pero al mismo tiempo es un sitio donde disfrutar, todo te invita a jugar bien, te motivas. Si te gusta el baloncesto amas jugar en Málaga y el Carpena, es uno de los lugares más bonitos para hacerlo en España y Europa. El ambiente, la pista, la gente... Algunos compañeros ya jugaron allí y hemos hablado sobre eso.
-Vázquez, Thomas, Hendrix, Suárez... ¿Qué puede decir del juego interior del Unicaja?
-Fran Vázquez es uno de los más grandes jugadores españoles. Es capaz de meter tiros abiertos y cerca del aro hundirla. Es muy bueno defensivamente. Hendrix es realmente bueno en el poste, capaz de anotar y crear juego. Thomas es versátil y hace un buen trabajo en los dos lados. A Carlos le veo ahora jugando más de cuatro, seguro que progresará ahí. Gabriel es muy experimentado y tiene un gran mano... Es una buena mezcla en el juego interior. Juegan muy bien, casi todos llevan más de un año en el equipo y eso se nota. El entrenador sabe lo que puede sacar de ellos y al revés.
-¿Qué le parece Joan Plaza?
-Es un muy buen coach, sus equipos tienen un sello, me gusta ver a sus equipos jugar. Tiene una cualidad y es que jugadores no muy conocidos se convierten en conocidos tras trabajar con él. Cuando un jugador mejora con un entrenador es una gran señal.
-En el Real Madrid jugó con dos actuales jugadores del Unicaja, Carlos Suárez y Dani Díez. ¿Algún mensaje para ellos?
-Nos daremos un abrazo. Estoy muy feliz por Dani, ha trabajado duro para volver a un equipo de Euroliga y lo ha conseguido. Es bueno y joven aún, con mucho margen para progresar. Jugó muy bien en San Sebastián. Carlos tiene toda la experiencia para jugar en ACB y Euroliga, muchos años y conoce muy bien el juego, siempre sabe dar lo que el equipo necesita. Dos buenos tíos... Por cierto, hará sol en Málaga, ¿no?
-Ha llovido en los últimos días.
-Lástima. Siempre que voy a Málaga hay sol y lo echo de menos (risas). Bueno, al menos habrá paella y jamón, ¿no?
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