La hora de Paula Ruiz
Natación
La malagueña, tras ser cuarta en el Europeo y segunda en el Preolímpico, compite esta noche (23:30 horas) en los 10 kilómetros en aguas abiertas
Paula Ruiz Bravo (Málaga, 1999) soñaba cuando era niña con nadar en unos Juegos Olímpicos. Desde edad precoz empezó a destacar a nivel local, autonómico y nacional. Optó por la vía de las aguas abiertas por sus condiciones físicas y técnicas. Llegaron los títulos, campeona del mundo y de Europa junior. En el siempre complicado paso a la categoría absoluta hubo un par de años de vaivenes y altibajos. Pero en este 2021 ha llegado la mejor versión de la nadadora malagueña, más madura y compitiendo mejor en los grandes eventos. Tiene ya experiencia en campeonatos mundiales y europeos, pero los mejores resultados han llegado ahora. El cuarto puesto en el Europeo de Budapest en mayo, a cuatro décimas del bronce y compitiendo con nadadoras de tronío fue un salto. Semanas después selló su pasaporte a Tokio con una brillante carrera en el Preolímpico celebrado en Setúbal, donde sólo le ganó la húngara Anna Olasz, subcampeona mundial y plata europea semanas antes. Olasz, la gran neerlandesa Sharon van Rouwendaal y la italiana Rachele Bruni, campeona y subcampeona en Río’16 respectivamente, fueron las únicas que le apearon del podio en Budapest. Apenas tres segundos del oro después de casi dos horas de prueba. Si mantiene ese estado de forma, ojo.
Y ahí está ya en capilla Paula Ruiz, que esta noche competirá desde las 23:30 horas (ya miércoles 4 de agosto a las 6:30 horas de Tokio) en el Odaiba Marina Park en la prueba de 10 kilómetros, con uno de los 25 lugares que también hubiera merecido la malagueña María de Valdés, sexta en el Preolímpico y que hubiera obtenido la plaza de no estar Paula. Pero sólo había una plaza española.
En este tiempo desde el pasaporte, la Ruiz ha estado concentrada en altura en Sierra Nevada, segunda casa durante varios meses al año. No ha bajado el pistón. Ha tenido 10 días de aclimatación en una concentración en Hakusan, unos 400 kilómetros al oeste de Tokio. Allí ha preparado tranquilamente el asalto final a los Juegos Con ella ha estado su entrenador en Inacua, Xavi Casademont, a la sazón el de la Federación junto a Fred Vergnoux, y Lourdes Quirós, doctora también malagueña.
Desde la Villa Olímpica, donde se instaló el domingo, Paula Ruiz explicaba a Málaga Hoy las sensaciones que tenía antes de competir. “Estoy súper bien, es increíble, es la primera vez que estoy aquí. Choca e impacta todo, pero no hay que perder el norte y saber a lo que venimos. Ves tantas cosas que puede que se te vaya un poco la cabeza. Pero sigo concentrada, con muchas ganas de competir, con muchas ganas de hacer la carrera, de ir a tope. Estoy muy ilusionada, muy contenta, voy a darlo todo y disfrutar de la carrera. A disfrutar de este momento, es único. Gracias a todo el mundo que me ayudó. La prensa, seguidores, entrenadores, compañeros, familia... Todos habéis aportado vuestro granito de arena. Con muchísimas ganas, muy buenas sensaciones y muy feliz”, decía radiante la malagueña, que a través de las redes mostraba mensajes que le habían dejado Mireia Belmonte, Jessica Valls y África Zamorano.
Un puesto de finalista, entre las ocho primeras, es factible. En un día mágico, incluso, el podio no debería ser tabú si conserva el estado de forma de Budapest y Setúbal. Ahora también estarán la gran Ana Marcela Cunha, americanas, canadienses o sudafricanas. La élite total. Y con ellas, Paula Ruiz Bravo.
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