Las horas más bajas del Costa del Sol, en la pista y los juzgados

Eliminado en 10 días de Copa y competición europea, este lunes se enfrenta a un juicio por una presunta firma falsificada para dar una baja a Agustina López en 2019

Conflicto laboral coleando desde 2019

Partido del Costa del Sol, esta temporada.
Partido del Costa del Sol, esta temporada.

No son días sencillos para el Costa del Sol, el club malagueño que, junto al Unicaja, más títulos ha ganado a nivel nacional e internacional en el último lustro a nivel provincial. Dos Copas, una Liga, una EHF Cup y un salto cualitativo que le ha colocado en la élite del balonmano femenino español, surtiendo de jugadoras a selecciones y creciendo también en estructura con el apoyo de las instituciones, ahora la Diputación es la que sostiene el grueso del presupuesto. En los últimos 10 días se ha torcido la temporada deportivamente de manera considerable. Sorprendió la eliminación en la EHF Cup ante el Valur islandés, pero más aún la del pasado miércoles ante el Morvedre en la Copa de la Reina, que le hará estar ausente por primera vez en la Final a 8 desde 2014/15. Desde entonces ha ganado dos títulos (2020 y 2022) y ha estado presente en varias semifinales también. Es un año difícil, con bajas y lesiones de jugadoras estructurales, también con apuestas por jóvenes.

Pero también hay una situación delicada para la entidad fuera de la pista. Este lunes está previsto un juicio en Málaga por una presunta firma falsificada. La situación se remonta a 2019, cuando se dio de baja a la jugadora uruguaya Agustina López. “Me despiden oficialmente un 7 de febrero, pero asesorado por mi abogado firmé no conforme, porque en los papeles no ponía improcedente”, explicaba la lateral entonces, que no pudo jugar el resto de la temporada: “En la oficina del paro me enteré que la Federación Española tenía mi baja federativa con fecha 8 de febrero en la que aparece una firma con mi nombre que yo jamás he realizado. Al ser uruguaya mi baja podría permitir al club a dar de alta a otra jugadora extracomunitaria. Me he quedado sin competir hasta la próxima temporada. Y toda esta situación me ha afectado a nivel anímico y de salud, provocándome daños que nadie podrá reparar”, confesaba.

“Vino como un fichaje estrella para decidir partidos, pero no fue el caso, quizás por falta de adaptación. En diciembre me dijo que no estaba a su verdadero nivel, por eso me pidió un tiempo, algo que se le concedió. Pero esto es una empresa, si tú no sacas la producción, yo no puedo vender”, argumentaba la presidenta Pepa Moreno. Después de que el club tuviera que abonar gran parte de la ficha de la jugadora uruguaya, queda por determinar el posible delito de falsedad documental. Según informaba Relevo, la propia Moreno admitió en sede judicial durante la instrucción que la firma de la jugadora uruguaya no era suya y que fue el difunto Diego Carrasco, el entrenador del equipo entonces y que falleció meses después, quien habría rubricado por la jugadora bajo su consentimiento, con permiso verbal. “Siento, Diego, el daño causado. Ambos sabemos la verdad y que nunca, jamás, te autoricé. Lucho por nuestra verdad”, escribía Tina López a través de las redes sociales ayer. Un episodio feo que empezará a aclararse el próximo lunes.

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