"Los jóvenes tenemos una mentalidad más abierta"

La ajedrecista malagueña Anabel Guadamuro se encuentra en la actualidad inmersa en sus estudios de Bachillerato, lo que no le impide entrenarse semanalmente con un preparador personal. Su calidad en el tablero le ha reportado multitud de campeonatos y trofeos, y a final de mes viajará a Benidorm junto a otras chicas para recibir clases de una gran maestra del ajedrez. Es el premio a una vida dedicada a un deporte en el que aún es complicado ver mujeres. "Hay pocas chicas que juegan al ajedrez, aunque poco a poco se ven más", asegura.

La malacitana no se ha sentido nunca perjudicada por ningún caso de discriminación machista en su disciplina, aunque sabe de buena tinta que el ajedrez no escapa a estas situaciones desagradables. "Aunque cada vez somos más las que disputamos torneos, es verdad que en el ajedrez hay algo de machismo. Siempre se ha visto como algo para chicos", dice. También pone ejemplos: "Tengo constancia de grandes maestros que al perder con mujeres se enfadan mucho más que si lo hicieran ante hombres".

No obstante, Guadamuro considera que en los tiempos que corren no es habitual encontrarse con casos de desigualdad sexual en el ajedrez. "Yo nunca he notado ningún tipo de diferencias. Es más, lo normal es disputar torneos mixtos y nos llevamos muy bien. Creo que los jóvenes tenemos una mentalidad abierta y lo vemos normal. Quizá los jugadores con más edad lleven peor enfrentarse a mujeres, pero desde pequeños lo hacemos sin problemas", explica la jugadora del Ajedrez Miraflores.

Para Guadamuro, no existen diferencias a la hora de jugar: "Suelen decir que somos más defensivas ante el tablero, pero opino que no es así. La forma de jugar depende de la persona". Aunque la malacitana sí destaca un rasgo que no abunda entre el colectivo masculino. "Pienso que tenemos más paciencia encarando las partidas. A veces, ellos creen que se nos va a ir la cabeza y cometeremos errores tarde o temprano, pero eso no pasa", cuenta.

No obstante, las distinciones se producen cuando se valoran los éxitos logrados por unos y otros, según Guadamuro. "A nosotras se nos da menos bola. En ocasiones se sorprenden y se alegran si ganamos un torneo, pero los títulos masculinos se celebran con mayor pomposidad. Lo vemos todos los días en televisión", asevera.

Sin embargo, la costasoleña se siente muy cómoda en el ajedrez, del que no puede nombrar ningún aspecto negativo. "En mi caso, me siento muy valorada con lo que hago y muy contenta en el ambiente en el que me muevo", manifiesta. Cierto es que, en palabras de Guadamuro, la figura femenina en el mundo del deporte es mejorable: "Se hacen muchas cosas por la igualdad, pero deberían hacerse más. Existen muchas disciplinas que son dignas de conocer".

Entre ellas, el ajedrez, juego en el que destaca Guadamuro y al que se entrega con todo su esfuerzo. "No sólo es para divertirse, también para entrenar la mente. Es un deporte muy sano", concluye.