La losa del Málaga
Al club le cuesta reducir su deuda, estimada en 30 millones, por los intereses que genera anualmente. La mayor parte se mantiene con jugadores o agentes de campañas anteriores.
Entre el malaguismo colea un asunto que genera mosqueo e incomprensión: la deuda que arrastra el Málaga y que impide al club retener a sus mejores futbolistas y crecer. Los aficionados se preguntan cada verano por qué la entidad no termina de sacudirse de tal pesada losa si desde hace tres campañas ha vendido a sus activos más valiosos. El motivo principal son los intereses que cada año ha generado esa deuda.
Desde el Málaga ha reconocido públicamente en varias ocasiones que la ínclita deuda gira en torno a los 30 millones de euros y han explicado algunas causas por la cual no se ha reducido de una manera drástica a pesar de haber realizado algunos traspasos cuantiosos o abaratado la masa salarial con la salida de algunos de los jugadores con los salarios más elevados o la firma de renovaciones a la baja. El director general Vicente Casado declaró recientemente en SUR que el Málaga no ha recortado este déficit todo lo esperado por la "inversión" que la entidad ha llevado a cabo en fichajes y renovaciones de futbolistas, porque se está al día con Hacienda y Seguridad Social y porque han surgido imprevistos, como un pago a Li Ning de dos millones por romper el patrocinio firmado. El otro motivo esgrimido es que aún se mantienen impagos con jugadores o agentes de la era más opulenta de la presidencia del jeque Al-Thani. Precisamente son estos con los que el Málaga mantiene la mayor parte de las deudas acumuladas.
En este sentido, fuentes del club admiten que al tratarse de compromisos económicos refinanciados esta deuda se incrementa anualmente un 30% por los intereses generados. Esto significa que, cuando se ejecuta una quita, parte importante de la misma se destina a las demoras contraídas.
Desde el Málaga señalan que estos atrasos tienen que ver en esencia con primas de Champions, fichas o derechos de imagen pendientes de abono. Hay futbolistas que ya no pertenecen a la plantilla que aún están esperando ciertos cobros. "Estamos rebajando una deuda que nosotros no hemos generado", ha comentado Casado en alguna ocasión para ejemplificar que se trata de un lastre originado durante la gestión de la época de las incorporaciones de talla mundial.
También hay que contar con que el Málaga no siempre recibe inmediatamente el dinero por cada traspasado que realizado y en más de una ocasión se ha encontrado con graves problemas de tesorería. Junio, por ejemplo, es un mes regado de numerosos compromisos económicos, de ahí la urgencia y la necesidad de ejecutar algunas operaciones como las recientes salidas al Villarreal de Samu García y Samu Castillejo.
¿Cuándo logrará el Málaga liberarse de esta mochila financiera? En la junta de accionistas de diciembre de 2013 se estimó por vez primera la posibilidad de su extinción y se afirmó que se necesitarían al menos dos campañas más para conseguirlo. Las últimas previsiones del club indican que hasta 2018 el Málaga no liquidará los compromisos atrasados. En pocos días, el club ha firmado traspasos mediante los cuales ingresará alrededor de 20 millones de euros (uno de Portillo, siete de Juanmi y 12 de los Samus, pues cinco de los 17 que paga el Villarreal van a parar a un fondo de inversión de origen venezolano que tenía derechos del extremo de Huelin).
Esos son los movimientos más cercanos, pero en invierno, se selló la marcha de Antunes a Kiev por seis millones más dos en variables. No se ha precisado qué cantidad irá destinada a reducir este déficit de forma inminente.
Tras la frustrada operación de venta del club, la directiva confía en que Al-Thani, ya se mediante inversión o algún patrocinio, ayude a paliar la deuda y el Málaga vuelva a estar en disposición de crecer sin tener que desprenderse de sus mejores jugadores cada mercado de fichajes.
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