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Zaccharie Risacher, hijo del refinado Stéphane, es el nuevo número uno del Draft de la NBA, seleccionado por los Atlanta Hawks y refrenando esa condición como gran talento a nivel global. Nació en Málaga un 8 de abril de 2005, apenas 40 días después de que el Unicaja levantara su primer título nacional en Zaragoza. "El alero Stéphane Risacher ha sido baja en el último entrenamiento. Su mujer, Sandrine, ha dado a luz, en la malagueña Clínica Gálvez, a un niño que ha pesado 4.100 kilos, ha medido 54 centímetros y se va a llamar Zaccharie". Era la comunicación del club para informar de que el histórico alero del Unicaja había sido padre, miembro también del Unicaja campeón de Liga en 2006, su última temporada en Málaga, de las cuatro que disputó de verde. Zaccharie sólo vivió un año y medio y no tiene recuerdos de aquella época, sí de Murcia, donde su padre prosiguió su carrera; pero el nuevo jugador de los Hawks mantendrá ese nexo con Málaga de por vida, como su padre, jugador de culto, alguna camiseta de Risacher se deja ver actualmente en el Carpena dos décadas después.
Ahora arranca la historia de Zaccharie Risacher, otro prodigio del baloncesto francés, sucediendo a Victor Wembanyama. No obstante, es una generación menos esperanzadora que años anteriores, pero la NBA por historia tiende a ser caprichosa, y nadie le quita esa condición de número uno a Zach, un alero de 2.08, completo, rápido, versátil, con hierros que levantar, ese déficit físico es lógico para un chico de 19 años, pero con mucha estrella. Jugador moderno, con un 45.3% en triples la pasada temporada en Eurocup, subcampeón con el Bourg, con 11.3 puntos, 3.3 rebotes y 10,3 de valoración por partido, elegido Mejor Joven en la competición. El nombre de Zaccharie empezaba a moverse en el Mundial sub 17 que se jugó en Málaga, en casa; ya antes incluso había tenido minutos de Euroliga con Asvel y se empezaba a visualizar un potencial de elegido, que ha podido corroborarse dos años después. Alex Sarr, también francés, elegido el número dos por los Washington Wizards, acompañó a Risaccher aquel verano, al igual que Rod Holland, jugador estadounidense, seleccionado por los Pistons en el cinco.
"Es una bendición, estoy muy emocionado. Tengo muchos pensamientos y sentimientos ahora mismo. Soy un privilegiado, con mi familia y amigos aquí. Es impresionante, no sé qué decir", decía Risacher. Es el decimoquinto jugador no nacido en Estados Unidos que logra ser número uno y aterriza en unos Hawks con muchos rumores de salida de sus estrellas Trae Young y Dejounte Murray, por lo que podría comenzar a contar con protagonismo a las órdenes de Quin Snyder desde el primer día. Es la primera ocasión en la historia del draft en la que tres jugadores de un mismo país que no es Estados Unidos son seleccionados entre los diez primeros. "Es impresionante para nuestro país. Poder cumplir nuestro sueño juntos es especial. Siento que los jugadores franceses van a tener con quien inspirarse y eso será cada vez mejor para nosotros. Me siento afortunado", manifestó Risacher ante los medios.
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