Sin malagueños en el campo tras 418 partidos

El partido de ayer acabó con una estadística de la que presumía con orgullo el malaguismo. Desde que en 2002 Joaquín Peiró no alineara ante el Espanyol a ningún jugador malagueño, el club había acumulado la friolera de 418 partidos en Primera División con la presencia de algún futbolista de la casa sobre el césped. Una cifra espectacular que habla bien de la importancia y la continuidad que han tenido los jugadores de la casa durante todos estos años.

No cuentan los dos años en Segunda, donde Muñiz también llegó a completar dos partidos sin dar oportunidad a ninguno de los malagueños que tenía en aquella plantilla.

Las dos últimas campañas fueron las mejores en ese sentido. Las irrupciones de Samu y Castillejo, sumada a la continuidad de Juanmi y Recio, permitió al equipo contar con varios jugadores de la provincia entre los habituales de cada domingo. Pero las ventas de este verano trastocaron esa identidad. Sólo Recio sobrevivió a esta pequeña purga de malagueños. Y aunque el centrocampista promete ser un jugador importante este año, sobre todo con la lesión de Camacho, no pudo estar presente en el debut liguero al arrastrar una sanción de la temporada pasada por acumulación de amonestaciones.

Previsiblemente, el próximo sábado en el Camp Nou se reiniciará dicha estadística, que puso su punto y final con la friolera de 418 partidos de Liga consecutivos con un malagueño sobre el césped. Desde 2002 hasta 2015, con dos temporadas de asueto en el infierno de Segunda. Todo un hito que tardará mucho en repetirse. Como mínimo 11 años, que se dice pronto.

Además, la ausencia del malagueño permitió ver otro hecho que no será muy común esta campaña. Sin Weligton, también sancionado, con Camacho fuera de combate y Duda en el banquillo, el brazalete de capitán fue portado por Carlos Kameni. El cancerbero camerunés no está entre los capitanes elegidos por Gracia, pero sí era el jugador que más año lleva en la plantilla de los que saltaron ayer al terreno de juego.