Marbella FC - Atlético de Madrid: Morir de pie por no vivir de rodillas (0-1)

LA ROSALEDA/El Marbella FC se apoderó de La Rosaleda para verse las caras contra el Atlético de Madrid y así enaltecer una de las noches que recordarán durante años por la alta trascendencia en su historia, al igual que la eliminatoria perdida en 2009 ante el mismo adversario, aunque a doble partido y con derrota en ambos compromisos. No obstante, Fran Beltrán tenía claro que los suyos no iban a vender su piel barata y que iban a morir de pie, tal y como William Wallace incitó a los suyos a hacer en ‘Braveheart’.

El inicio de la contienda fue dominada por el conjunto rojiblanco que se aprovechó de la actitud dubitativa de los andaluces en los primeros compases del duelo hasta el punto que Antoine Griezmann aprovechó un rebote a un chut potente en el área pequeña para batir la meta de Dani Martín, que pecó de intentar despejar cuando debía blocar el disparo, pero no estuvo fino y el principito aprovechó para adelantar a los suyos.

Tras este tanto, los de la capital de la nación quisieron buscar el segundo gol, pero los de la entidad de la comarca de la Costa del Sol fueron despertando poco a poco hasta arrebatarle el dominio del encuentro al cuadro visitante.

José Callejón y Ernest Ohemeng fueron vitales para comenzar a hacer daño a la línea defensiva colchonera con su juego asociativo hasta que paulatinamente los andaluces acabaron encerrando en su campo a los madrileños, que solo salían mediante balones en largo a la espalda de la defensa local o bajo la estrategia del contraataque tras los intentos marbellíes por igualar el luminoso. Fue tal la capacidad de los discípulos de Fran Beltrán para hacer daño que los visitantes acabaron agradeciendo el pitido del colegiado para señalar el descanso.

Tras el paso por el túnel de vestuarios, la tónica no cambió demasiado y el Marbella seguía dominando, aunque con bastante menos claridad que en los últimos compases de la primera mitad hasta que Nelson Vivas, segundo entrenador del Atlético de Madrid y primero en este partido por sanción de Diego Pablo Simeone, comenzó a menear el avispero en busca de darle un lavado de cara al encuentro, porque no le gustaba por los derroteros por lo que estaba yendo el compromiso copero que debía ser solo un un trámite para los capitalinos.

Después de esto, el técnico local movió fichas también y devolió la superioridad sobre el terreno de juego al cuadro de la comarca de la Costa del Sol, que defendió y atacó en los últimos minutos con más corazón que cabeza y, de esta manera, Ángel Correa y Sorloth falalron ocasiones muy claras por el trabajo físico de la zaga. No obstante, el esfuerzo y las ganas no lo son todo y al conjunto malagueño le faltó pegada para terminar de derribar el muro de Musso, mientras que sus rivales no hacían más que pedir la hora. Muestra de insistencia y de no rendirse de un Marbella que prefirió morir de pie a vivir de rodillas.