Marcas y espectáculo en el Desafío Nerja 2021

Nerja, una de las cunas del atletismo malagueño, sede del mejor club de Andalucía, acogió por segundo año una reunión atlética de entidad. Si el año pasado rompió el hielo cuando fue la primera prueba en suelo español después de la pandemia, esta vez se consolidó con un cartel del mucha enjundia, con lo más granado del mediofondo español y algunos malagueños emergentes. El apoyo de los restaurantes locales Ayo y Pulguilla fue clave para la celebración de un gran mítin en el Estadio Enrique López Cuenca, con un récord de España de Jesús Gómez, un gran registro con mínima olímpica en el 1.500 del español Mohamed Katir (3:33.62) y un fenomenal registro del ídolo local, Ouassim Oumaiz, en su primera prueba en pista de la temporada y en una prueba que no es la suya (3:36.83), demostrando que la estancia en Uganda le ha sentado bien.

También viejas glorias aún competitivas como Reyes Estévez y Álvaro Fernández, atleta local. Junto a Juan Carlos Higuero, comentarista de la prueba, el trío español en el 1.500 en los Juegos de Atenas. Corrieron en la serie B, que ganó Yahya Aouina, por delante de Mohamed Lansi y Ángel Álvarez. Reyes Estévez (3:52.36) y Álvaro Fernández (3:57.21) bajaron de los 4 minutos ya por encima de los 40 años.

En los 1.000 metros femeninos se intentaba batir el récord de España que detenta la histórica Mayte Zúñiga. No hubo récord, pero sí entraron alto en el ranking de esta prueba no olímpica Esther Guerrero (2:38.56), la mejor mediofondista nacional ahora mismo, por delante de Daniela García (2:39.66) y Solange Pereira (2:41.23).

Sí hubo récord en un gran 1.000 masculino. El burgalés Jesús Gómez borró de los registros un récord de casi 28 años de antigüedad, que detentaba el legendario Fermín Cacho desde 1993. Gómez corrió de manera excelsa, cogió la cuerda en el último 400 y aceleró hasta la meta para bajar el registro de Cacho por 14 centésimas. De 2:16.13 a 2:15.99. No es una prueba muy frecuente en los programas atléticos, pero tiene su prestigio rebasar al campeón olímpico en Barcelona, Antonio Páez, Reyes Estévez o Isaac Viciosa, que estaban en ese ranking bastante arriba. Lo batió Cacho en Andújar y ahora es Nerja la que luce. "No pensaba que estuviera tan bien. Conseguir un récord que tenía un atleta como Fermín Cacho es algo increíble", decía Gómez, que aún debe conseguir la mínima para asistir a Tokio en 1.500, pero demuestra estar en estado óptimo para lograrlo. Tras él llegaron el francés Baptiste Mischler (2:17.24) y los españoles Ignacio Fontes (2:17.55) y Mariano García (2:18.39), también entre lo más granado en este sector a nivel nacional.

Los 2.000 metros femeninos, otra prueba no olímpica, tuvieron como protagonista a Marta Pérez (5:46.90), uno de los valores emergentes del mediofondo español. Por detrás, la joven Carla Domínguez, que batió el récord de España sub 20 con un registro de 5:56.63. Tercera fue Irene Sánchez-Escribano con una marca de 6:05.48.

Y llegó el turno de la prueba estrella, con un Mohamed Katir (23 años), cuarto en el Europeo de pista cubierta este invierno. La liebre cumplió como un reloj. Y Katir cogió las riendas para batir al catarí Saeed Hassan con una marca de mucho nivel. Y extraordinario Ouassim Oumaiz, que ha estado trabajando con la crème de la créme, con Cheptegei y su grupo de trabajo. El malagueño está enfocado hacia los 5.000 metros, pero esta prueba de 1.500 le venía bien para afinar velocidad. Su mejor marca en la distancia estaba por encima de 3:44, de años atrás. La pulverizó y se quedó a poco más de segundo y medio de hacer también la mínima en 1.500 (3:35.00) para Tokio, algo que no estaba en los planes. Corrió bien, salió detrás de la liebre, pero se descolgó para adaptarse a un ritmo más adecuado a su nivel. Acabó tercero y remontando, no se le hizo larga la prueba. Una señal magnífica para que en breve consiga el billete para Tokio en los 5.000 metros.

También hubo concursos. En martillo, Irene Gómez (60.17 metros) y Alberto González (66.95) fueron los vencedores en las respectivas pruebas. Con artefacto de seis kilos, el local Juan Jiménez hizo un gran registro de 73.13 metros, que es mínima para el Europeo sub 20. Es una de las promesas en la especialidad a nivel nacional. Y en la pértiga, el local Isidro Leyva, ya campeón de España absoluto, saltó a la primera 5.25 y 5.45 e intentó elevarse sobre 5.61 batir su mejor marca (5.52). Se quedó cerca en su último salto. Su hermano, Juan, hizo 4.82 metros a sus 18 años, un gran registro, con mejor marca personal.

En resumen, un récord nacional, una mínima olímpica, buen atletismo durante dos horas en una reunión que empieza a ser reclamo en el atletismo nacional desde el Oeste de Málaga.