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Cuando fuimos los mejores

Unicaja

Se cumple una década del título de Liga conseguido por el Unicaja en Vitoria. Los protagonistas rememoran una temporada histórica.

Cuando fuimos los mejores
José Manuel Olías Málaga

21 de junio 2016 - 05:02

"Cuando fuimos los mejores los bares no cerraban", cantaba Loquillo, baloncestero de pro, allá en el cambio de siglo. Aquel bar, el Mario's, tampoco cerró hasta el alba, en la madrugada del 21 al 22 de junio de 2006. En la calle San Antonio, centro de la verde Vitoria, se celebraba el título de Liga del Unicaja, el único de la historia del club malagueño. La alegría regaba el mayor logro de la historia malagueña.

Una década se cumple hoy de aquella legendaria victoria (72-76) en el Buesa Arena para rematar el 3-0 con el que se tumbó a un gran Tau, que había jugado semanas antes la Final Four y que contaba en sus filas con tres jugadores que aún hoy son de NBA (Scola, Prigioni y Splitter). El ultracompetitivo Baskonia se postró ante el mejor equipo de la historia del Unicaja, que la próxima temporada cumplirá 40 años. El mágico ejercicio 2005/06 supuso la conquista de España, lo que se había resistido 11 años antes con el triple de Ansley. El punto culminante que tuvo una bella secuela el año posterior con la presencia en la Final Four. Pero ningún equipo del Unicaja ganó tanto ni mejor que ése, que durante varios meses fue, sin pecar de localismo barato, el mejor equipo del continente. Así lo atestiguaron los 11 triunfos consecutivos en un tramo de la Euroliga (Madrid, Panathinaikos, CSKA, a la postre campeón, o Siena se postraron repetidamente), una victoria para los anales con 115 puntos en 40 minutos en el Palau y muchos momentos de juego brillante con la batuta de Sergio Scariolo en el banquillo y una plantilla que, por talento, competitividad y profundidad, admite poco parangón con otras de la historia del club.

Pepe Sánchez, Carlos Cabezas y Jesús Lázaro como bases, Berni Rodríguez, Marcus Brown y Kostas Vasileiadis, que reforzó al equipo en los play off, de escoltas; Stephane Risacher y Walter Herrmann de aleros; Jorge Garbajosa y Florent Pietrus de ala-pivots y los cincos Daniel Santiago y Sandro Nicevic. Además, jugaron minutos un imberbe pero pujante Alfonso Sánchez; un temporero, el pívot croata Ivan Grgat; y una apuesta que resultó fallida, el ruso Makshantsev. Un equipo que, tras perder los dos partidos de la Supercopa y arrancar con un 1-3 la temporada de ACB (cinco derrotas en los seis primeros partidos oficiales) firmó una secuencia asombrosa de 50 victorias y 13 derrotas (51-18 en el total de los 69 partidos oficiales) para un porcentaje de victorias que rozó el 75% y que derivó en el lógico título de Liga.

"Éramos un equipazo, pero el Tau era también de categoría, con varios jugadores que aún están en la NBA. Éramos una gran piña, un bloque muy compensado en todas las posiciones. Había jugadores de mucho talento, alguno más joven y otro más veterano. Fueron unos años inolvidables, no parábamos de hacer historia para el club", rememora Carlos Cabezas. Le secunda el otro malagueño del equipo, capitán que levantó la Copa, Berni Rodríguez: "Fue una temporada increíble, ganamos muchísimos partidos. No quiero decir dominar, pero fuimos uno de los equipos a batir. La fase final la sacamos ante el Estudiantes, después una semifinal espectacular, agresiva, dura y divertida con el Joventut. Y rematamos ante uno de los mejores Tau de la historia. Éramos un equipo muy completo en todos los sentidos. Con jugadores en buen momento o un gran momento de sus carreras, entre 25 y 30 años, un grupo de jugadores nacionales bastante buenos, extranjeros de muchísimo nivel: Brown, Santiago... Hubo un mix de todo. De juego y humano, regado con un buen momento de juego y el estilo de Sergio. Todo completo".

El también malagueño Juanma Rodríguez era el director deportivo, cargo que ocupó más de 15 años, de aquel equipo. "Puede que sí, seguramente fuera la mejor plantilla de la historia del club", asegura Rodríguez, que ahora trabaja con el flamante campeón de la NBA, Cleveland Cavaliers, como ojeador en Europa: "Había gente con mucha personalidad. Pepe, Marcus, Jorge... Gente que ayudó mucho, como Berni, Cabezas, Walter... Una gran plantilla y un entrenador que sacó el máximo rendimiento. En ese play off final creo que hubo un factor diferencial a favor nuestra con Sergio [Scariolo] respecto a Perasovic". Rodríguez recuerda que para formar aquella plantilla "hubo que esperar mucho, no tuvimos respuesta hasta el final de Brown y Santiago hasta que vendimos a Langdon y Fran. Incorporamos a un jugador clave, el mejor escolta de la Liga, que fue Brown. Y a un hombre alto y grande, determinante como le gustaban a Sergio, como Santiago. Nos ayudó muchísimo".

"Se dicen muchas cosas en el balcón, hay mucha euforia, pero siempre me quedaron marcadas esas palabras de Sergio en las que decía que los malagueños como Berni o yo debíamos disfrutar aún más de aquello. Según pasa el tiempo esas palabras se entienden mucho más, cuando llevas muchos años fuera. Estás en tu casa, donde has nacido, con las caras de amigos ahí abajo, eso es impagable", dice Carlos Cabezas sobre lo que suponía para un malagueño estar ahí, sensaciones que refrenda Berni: "Yo creo que valoraba lo que suponía eso, notaba lo que veía a mi alrededor. Jugábamos Carlos y yo en casa. Lo valoraba. Ahora con el tiempo, imagínate, con la de cosas que han sucedido, hay que pensar que aquello fue un éxito sin precedentes que no ha vuelto a ocurrir. Para nosotros, los malagueños, fue la hostia".

La imagen del rezo conjunto de Daniel Santiago y Marcus Brown, con la rodilla hincada en el suelo del Buesa, alguna moneda y algún huevo al aire, las anécdotas en el autobús en Málaga, antes en la noche vitoriana, en el hotel Lakua y el citado Mario's, la custodia del trofeo en la habitación de Juanma Rodríguez... Todo aliña aquel día especial, cuando el Unicaja fue, por única vez, campeón de la Liga ACB. 10 años ya...

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