Memorable diploma olímpico de Alberto González, 8º en París
Triatlón
En una prueba de un nivel altísimo, el malagueño fue casi siempre con el grupo de cabeza, se descolgó, pero cerraba la carrera con unos impresionantes metros finales, remontando varias posiciones
Premio a una trayectoria tremenda en el último año
Los malagueños en París
Heroico diploma olímpico del malagueño Alberto González en sus primeros Juegos Olímpicos. Firmaba una magnífica octava plaza en una prueba de triatlón que se hizo de rogar, por culpa del estado del Sena. Siempre fue en el grupo de cabeza, incluso inició la última fase en posiciones de medalla, pero perdería fuelle con los líderes, manteniéndose entre los quince primeros. En los metros finales de la última vuelta, remontó varias posiciones y se haría con el diploma gracias a un impresionante sprint final. El británico Alex Yee ha logrado la medalla de oro de triatlón al imponerse en un final apasionante. Yee adelantó al neozelandés Hayden Wilde a escasos metros de la meta. A menos de un minuto llegaba Alberto González, que deja una de las grandes alegrías de la delegación española en este miércoles 31 de julio. Es el duodécimo diploma olímpico en la historia del deporte malagueño, el último fue el jinete José Daniel Martín Dockx en Río 2016. A sus 26 años, atraviesa un momento plétorico, en súper élite del triatlón mundial, claramente el mejor de los españoles, y así lo consolida este diploma. Se clasificó para los Juegos a última hora. Histórico por el nivel medio ya adentrados en la prueba y las peculiaridades del recorrido. El triatlón español experimenta un momento de transición, que él lidera, después de de la época dorada que lideraron Iván Raña, Javier Gómez Noya, plata en Londres, y Mario Mola.
La prueba de natación (1.500 metros) resultó igualada, sin los problemas de salida que afectaron el concurso femenino. Los favoritos salieron delante, entre ellos de "tapado" Alberto González, en su segmento favorito. No así los otros dos representantes españoles, Antonio Serrat y Roberto Sánchéz. De la transición hacia la bicicleta (40 km) por el centro de París, por las calles y lugares emblemáticos del Tour de Francia, salió un pelotón de 19 hombres que luego aumentó a 32. El único ataque lo protagonizó Alberto González en los primeros kilómetros, pero fue neutralizado. Nadie asumía la responsabilidad, y Alberto, en actitud inteligente, corrió como un veterano. Se metió atrás, en la cola, ahorrando fuerzas dentro de un grupo compacto, en el que ninguno se atrevía a proponer un cambio de ritmo. Había respeto, pues todos los favoritos estaban delante, los medallistas de Tokio 2020, por ejemplo. Antonio Serrat, viajaba en un tercer grupo.
Más temperatura, más humedad, la carrera a pie se presumía terrorífica para decidir las medallas. Incluso había salido el sol, que se animó a iluminar un desenlace alucinante, inolvidable. Alberto González hizo una magnífica transición bici/zapatilas, saliendo a la carrera en quinta posición. Enseguida ataco atacó Alex Gee, pero no se hizo esperar la reacción del neozelandés Hayden Wilde, los medallistas de plata y bronce de Tokio frente a frente. Faltaba el defensor del título, el noruego Blummelfel. Los británicos trataron de hacer estrategia ganadora con Dickinson de gregario, pero Hayden no esperó para tratar de aplicar su ley. El neozelandés atacó con contundencia a 6 km de meta. Cedió Yee, y Alberto González se rezagó, no pudo seguir con los mejores, con los candidatos a medalla.
Hayden se marchó en solitario, abriendo una distancia de 15-18 segundos sobre Yee, quien no se cebó para seguir al rival. El británico optó por seguir su ritmo sin perder de vista al enemigo. Todo parecía decidido, pero Yee, gran atleta, quien compitió con su país en el Europeo de atletismo de Berlín 2018, fue remontando poco a poco, metro a metro, hasta que a falta de 400 de la cinta de meta vio que Hayden se apagaba, que ya no tenía el impulso que le permitió irse en solitario. Un error de cálculo que observó Yee. Una reacción espectacular, un cambio de ritmo inolvidable para adelantar a su rival, exhausto, y agarrarse a la cinta que daba paso al oro olímpico. Sir Alex Yee, Miembro de la Orden del Imperio Británico, logró el sueño que perseguía desde que se hizo atleta a los 8 años. Los Brownlee ya tienen sucesor, un aventajado admirador que colecciona tarjetas de pokémon y aficionado a la cocina. El menú del triatlón olímpico lo preparó de maravilla.
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