Dos meses de reválida
El tramo final de la temporada servirá para evaluar las opciones de continuidad de varios jugadores sobre los que pende la duda, más allá de cumplir los objetivos colectivos
En las cabezas de los responsables deportivos de los clubes ya se imaginan plantilla para la próxima temporada, se estudia el mercado, se hacen cuentas, de números y de cupos. El trabajo desde agosto a abril ahí queda, varios meses de día a día para valorar, muy a tener en cuenta. Es una parte básica a la hora de tomar decisiones. Pero queda algo así como la prueba del algodón, constatar el rendimiento de los jugadores en situaciones de presión máxima que se vivirán en los play off, a los que el Unicaja volverá tras dos temporadas de ausencia de no mediar una hecatombe poco previsible.
La idea que se ha encargado de difundir Joan Plaza desde que llegó es que se piensa a medio y largo plazo y que para ello hay que crear un espinazo de equipo, una base sólida, no vale una revolución cada verano sino construir unos cimientos. Retocar es la idea, pero ahora llega un tramo de temporada en el que calibrar sobre aquellos jugadores sobre los que recaen dudas a estas alturas de temporada. Pese a la idea que existe, casi el 80% de la plantilla del Unicaja puede quedar libre el próximo verano, sea por finalización de contrato o por cortes recogidos en los vínculos firmados años atrás.
Uno de los jugadores que a lo largo de la temporada ha generado más debate ha sido Ryan Toolson. Lesiones variadas, un embarazo complicado de su esposa, pasar a jugar dos exigentes partidos por semana... Ha tenido atenuantes para un rendimiento discontinuo, pero ahora toca el momento de despejar dudas. O reafirmarla. Si hubiera que decidir a día de hoy sobre su continuidad la respuesta sería seguramente no. Pero los play off que realizó la temporada pasada con el Gran Canaria ante Laboral Kutxa y Barcelona fueron espectaculares.
Otro que ha acumulado dudas es Nik Caner-Medley. No por cualidades ni talento. Pero sí por el estado de sus rodillas, que le han hecho perderse un par de tramos de la temporada, y por su actitud. Plaza le ha soltado alguna indirecta en la sala de prensa en las últimas semanas. En los tres últimos partidos que jugó apenas se hizo notar sobre la pista. Además, está el hecho de que el sueldo que el año que viene debería afrontar el Unicaja sería considerablemente más elevado que en el actual, porque el Maccabi asumía parte de la ficha como indemnización por cortarle.
Y así puede extenderse a más jugadores de la plantilla estos dos meses de reválida. A Earl Calloway, por ejemplo, cuando se piensa que la de base es uno de los puestos mejorables pese a la gran temporada de Jayson Granger. O en la sobrepoblada posición de escolta, donde al citado Toolson se le añaden Vidal, Urtasun y Dragic. Más de uno de los cuatro debería salir. O en los pivots, donde el lesionado Hettsheimeir es el que peor nota tiene hasta la fecha. Stimac tiene la nota de corte conseguida, de Fran se sabe qué puede dar, Sabonis puede redondear... En fin, dos meses, o algo más si todo fuera sobre ruedas, para ganar, mantener o perder crédito. Dos meses de reválida.
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