La normalidad de Dragic

Si el futuro de Zoran Dragic se está jugando a muchos kilómetros de Málaga, el esloveno disimula bien. A tenor de lo que confiesan técnicos y compañeros, no hay diferencias con el Dragic habitual, con su entrega y concentración en el trabajo. Al salir del Pabellón Municipal de Benahavís bromea con sus nuevas zapatillas Nike, con diseño exclusivo. Tiene una venda en su mano derecha herencia de una mala caída durante la preparación del Mundial, pero no le impide ejercitarse con normalidad a las órdenes de Joan Plaza.

Aunque se sigue especulando sobre su futuro, no llegan novedades. No las tienen sus agentes en Europa, ni en el Unicaja, ni él mismo. De todas formas, el fantasma de la NBA seguirá medoreando. Si fuera jugador libre hubiera firmado por alguna franquicia con toda seguridad. Lo hizo ayer Joe Ingles, uno de los jugadores a los que el Unicaja siguió para completar el perímetro, por Los Angeles Clippers. Cobrará 500.000 dólares. Menos que Dragic en Málaga.