El nuevo cuento de Isco y el lobo

Desde que explotara finalmente bajo las órdenes de Manuel Pellegrini, el nombre de Isco ha sido incluído en la mayoría de las agendas de los grandes equipos de Europa. Su juventud, desparpajo y consabida calidad han enamorado al Viejo Continente, que le premio en forma de Golden Boy. El afamado premio que entrega Tuttosport, considerado el Balón de Oro a las mejores promesas, no ha hecho más que consagrar al futbolista del Arroyo de la Miel.

Rara es la semana o el mes en el que no aparece en la prensa extranjera una nota sobre el interés de algun club por el malaguista. Tanto, que su historia empieza a ser como la de Pedro y el lobo. Pedro avisó tantas veces de la supuesta llegada del animal que cuando ocurrió de verdad nadie le creyó. Con Isco se va camino de vivir una situación similar. Asumido que en dos o tres años tendrá que abandonar el nido malagueño en busca de su techo, el constante interés de los clubes ha provocado un clima de nerviosismo e intranquilidad que el propio club no entiende. La última noticia llegó a través del diario inglés The Sun, donde publicaron una posible oferta del Chelsea de Rafa Benítez por Isco de 15 millones.

La dirección deportiva, encabezada por Mario Husillos, tiene claro que no se va a vender a ningún futbolista por necesidad económica. Ese hecho descarta una hipotética salida inmediata de Isco, que se encuentra muy a gusto en Málaga y que no tiene en mente, aún, abandonar el club. Las negociaciones para ampliar su claúsula de rescisión siguen su curso, aunque todo se ha visto algo frenado con la llegada del mercado invernal y el interés malaguista de incorporar a uno o dos futbolistas para apuntalar el equipo en el eje de la zaga y en el centro del campo.

Esta semana podrían llegar los primeros movimientos, pero ninguno de ellos afectará a Isco. Que el malagueño es una de las piezas más codiciadas del continente es una realidad. Pero también lo es que el Málaga sabe valorarlo y no malvenderá a uno de sus mejores activos. La necesidad económica no apremia en estos momentos. Por mucho que Pedro avise, el lobo no vendrá. Al menos en este mercado invernal.