Del primero al 300
Baloncesto
El Unicaja juega mañana su partido 300 en Euroliga y 'Málaga Hoy' recuerda con sus protagonistas cómo fue el primero y la primera temporada con los mejores.
El Unicaja cumple mañana su partido 300 en la Euroliga. Una historia que engloba, hasta ahora, 299 encuentros en la máxima competición continental, con 147 victorias y 152 derrotas tras 16 temporadas. Parece que la 17ª tendrá que esperar, se vivirá un paréntesis de al menos un año en vista de la coyuntura. Pero, vistas las oscilaciones de Bertomeu, tampoco se puede sentenciar que no seguirá la saga.
Viene el 300, pero hubo un uno. Fue la secuela y el premio del mítico subcampeonato del 95. Entonces el subcampeón de Liga jugaba una eliminatoria previa para acceder a uno de los dos grupos de ocho equipos que conformaban los octavos de final. Y al Unicaja le correspondió el Zrinjevac de Zagreb. El partido número uno fue en Croacia. "Cuando nos enteramos de quién nos toca lo maldecimos", rememora Javier Imbroda: "En el 95 se acababa de desmembrar Yugoslavia, pero sus equipos solían seguir siendo muy potentes. Y no sabíamos cómo eran. Fuimos allí con mucha ilusión. Para todos nosotros era un enorme desafío. Pero éramos todos uno, todos sentían lo mismo. Ciudad, aficionados, medios, club... Fue una aventura maravillosa. Jugamos allí en Zagreb ante un desconocido y ganamos. Fue el debut de Ricardo Guillén, jugando de tres".
Ricardo Guillén, que en junio cumplirá 40 años, sigue impartiendo su magisterio en la Liga LEB, en la que anota 19.8 puntos y hace 23.5 de valoración con el Palma Air Europa. Es el único jugador en activo de aquellos pioneros de la Euroliga. Era el más joven de aquella plantilla en la que también estaban Nacho Rodríguez, Ernesto Serrano, Curro Ávalos, Gaby Ruiz, Dani Romero, Mike Ansley, Alfonso Reyes, Kenny Miller y el junior Yuse García. "La plantilla era casi idéntica a la del subcampeonato. Teníamos una ilusión máxima por competir con los mejores de Europa con un equipo de cantera. Era la máxima que teníamos, no tocar aquello que funcionaba. Mantuvimos el bloque porque jugamos la final. Además, jugamos a un nivel excelente en Euroliga. No se hizo el ridículo, fuera de casa costó más, pero llegamos al último partido con opciones de cuartos. Se vivieron unas noches inolvidables. Fue la semilla lo que vino después", explica Juanma Rodríguez, entonces director deportivo.
En la Euroliga, era la era preBosman, había que descartar a un extranjero y se optó por Serguei Babkov. "Nuestro juego interior era Alfonso Reyes, Mike Ansley y Kenny Miller. El cuarto era canterano. Por fuera teníamos más cantidad de jugadores, así que tuvimos que dejar fuera a un jugador de la categoría de Serguei", rememora Imbroda. "Estaba muy reciente la guerra de Yugoslavia y jugar con un equipo de Croacia era complicado. Ir visitando países y canchas míticas era la ilusión. Recuerdo el viaje a Moscú, que se puso en chárter y fueron aficionados y familias. Se disfrutó mucho", asegura Nacho Rodríguez, el base del equipo.
El primer partido se ganó en Zagreb al Zrinjevac (70-85) y en la vuelta se sentenció en Ciudad Jardín (80-66). Después correspondió un grupo en el que estaban CSKA Moscú, Olympiacos, Benetton, Ulker, Antibes, Bayer Leverkusen e Iraklis de Salónica. Precisamente, el CSKA de Moscú es al rival al que más veces se ha enfrentado el Unicaja (25) en estos 299 partidos.
"Fue una experiencia muy divertida. Todos éramos debutantes y una vez pasamos esa eliminatoria a ida y vuelta con el Zrinjevac nos tocó un grupo durísimo. Entonces había dos grupos de ocho. Y veías aquellos equipos. Recuerdo el partido en la cancha del Olympiacos, que nos barrieron por más de 20", rememora con precisión Guillén, que aún recuerda el quinteto de aquel equipo griego: "Rivers, Sigalas, Berry, Nakic y Fassoulas. Era jugar contras grandísimos jugadores, muy fuertes. Recuerdos que los alemanes del Bayer eran altísimos. Y que al CSKA, que era otro equipazo, les ganamos en casa [81-70, los rusos serían primeros de grupo]". Cuando se le cuestiona al pívot canario por el secreto de su longevidad, por ser capaz de seguir jugando 20 años después, asegura que "el secreto es querer continuar, divertirme cuando juego. Mirar atrás y hablar contigo de esto me hace mucha ilusión. Son muchas etapas en mi vida".
Nacho Rodríguez enhebra aquella Euroliga con la llama del subcampeonato: "Era el ambiente casi idéntico, era la continuación de la final contra el Barcelona. Aquello fue lo que hizo que después se planteara lo del Carpena. Hace poco veía el Darussafaka-Maccabi, en el que los israelíes intentaron forzar una prórroga para intentar conquistar tiempo para ganar por la diferencia que necesitaban y me recordó a ese partido con el Ulker...".
Efectivamente, en el 14ª partido de la fase de grupos, recibía el Unicaja al conjunto turco. "Tenía otro gran equipo, parte de la selección turca y Shackleford", apunta Guillén. Para avanzar a cuartos de final, lugar que el Unicaja sólo exploró el año de la Final Four, se debía ganar por 12 puntos y ocupar el cuarto lugar. "Veía que ganábamos por cinco a falta de un minuto y pico, pero no llegábamos a ganar de 12", revive Imbroda: "Faltando un minuto y pico, con mis ayudantes Manolo Povea y Ramón García, lo hablamos y lo intentamos. Poco a poco fuimos equilibrando. Ya sabíamos que Kenny Miller no era un especialista en el tiro libre. Pero pensábamos que igual le daba por meterlos (risas). En la prórroga llegamos a ganar por 12, pero remontaron y sólo lo hicimos por nueve. Casi sale completo".
Aquella primera Euroliga, aún bajo el manto de la FIBA, fue el prólogo de las 15 que han llegado después ya en la esfera del organismo que aún hoy dirige Jordi Bertomeu. Ahora se abre el cisma entre FIBA y Euroliga, aunque esta última parece ganar la partida. Y el Unicaja queda fuera, de momento. Los protagonistas coinciden en que es malo para el baloncesto en general esta división. "No es nada bueno para el baloncesto, pero es algo que también nos tenemos que aplicar al baloncesto nacional. Aquí no pueden subir a la ACB desde la LEB. Es un momento trascendental y cada uno mira por sus intereses particulares y el gran perjudicado será el baloncesto. Es necesario consenso entre ACB, ABP y FEB y consensuar un modelo de baloncesto y exportarlo en Europa", opina Nacho Rodríguez. "No me gusta lo que veo, porque la división nunca ha sido buena. Que un club tenga que escoger un sitio y otro no me gusta. Dicho esto, desde la perspectiva de Unicaja , debe estar siempre, por historia, patrocinador, ciudad y afición, con los mejores", asegura Imbroda. Mientras, Juanma Rodríguez opina que "no sé si estamos en los últimos episodios o habrá más batallas. El Unicaja tiene que estar con los mejores. Y los mejores, con más solera, los mejores jugadores, árbitros, equipos y jugadores están en la Euroliga. Aunque se tenga que empezar en la Eurocup, la vía más fácil de acceso será la ACB. No tendrías tantos rivales. Yo lo veo que sería más fácil que la propia Eurocup. Yo elegiría estar con los mejores".
Mañana se juega el partido 300, en la 16ª temporada. Pero hubo un partido 1 y una primera temporada.
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