Sin rectificación
Ciclismo l Tour de Francia
La dirección de la ronda francesa reafirma su postura de excluir al Astana, que hace todo lo posible por participar
El director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, ratificó en París que el español Alberto Contador y su equipo Astana quedarán excluidos de la nómina de participantes en la próxima edición de la carrera, pese a la victoria del ciclista en el Giro de Italia. "No tenemos nada contra Contador, pero en marzo tomamos la decisión de excluir al Astana debido a los errores cometidos por el equipo en 2006 y 2007", explicó Prudhomme en relación a los casos de dopaje del equipo kazajo.
Contador no se sorprendió. "No esperaba que el Tour cambiara la decisión que tomó. Sigo pensando que se trata de una decisión desafortunada, sin fundamento y que por supuesto no me gusta", declaró en el Ayuntamiento de su ciudad natal, Pinto.
Según explicó el último vencedor del Tour, "si la decisión hubiera sido al contrario, me hubiera planteado ir, aunque la recuperación después del Giro es bastante complicada porque apenas hay un mes entre ambas carreras", y reconoció que "a pesar de todo, el Tour es la carrera más grande" y que seguirá siendo su principal objetivo "todos los años".
Contador también admitió que Astana "estaba haciendo todo lo posible para acudir al Tour", lo que implica que había negociaciones con la organización de la ronda.
Los equipos que participen del Tour, que comienza el 5 de julio, deberán firmar un nuevo contrato antidoping. Si hay un caso de positivo, la dirección del equipo deberá pagar la multa a la Federación Francesa de Ciclismo, que utilizará el dinero para la lucha antidopaje.
Sin embargo, no se sabe si el nuevo acuerdo tiene más peso judicial que la declaración de honor contra el dopaje que tuvieron que firmar todos los corredores antes del Tour de 2007. El año pasado, los positivos de Alexandre Vinokourov, Iban Mayo, Cristian Moreni y Patrik Sinkewitz, y la suspensión de Michael Rasmussen volvieron a sacudir la vuelta francesa.
La ronda gala, que por decisión de los organizadores no formará parte del calendario internacional, pondrá en marcha su propio dispositivo antidopaje bajo el paraguas de la Federación Francesa de Ciclismo, pero espera contar con la colaboración de la UCI.
En particular, el Tour espera poder aprovechar los datos de niveles sanguíneos recogidos para la elaboración del pasaporte biológico, un instrumento que no se aplicará en la ronda gala pero que está elaborando la UCI.
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