Antonio Carlos Ortega reina en la Copa del Rey de Antequera (30-26)
Resultado y crónica del Barcelona-Fraikin Granollers de la Copa del Rey
El Barça se impone en la final al Fraikin Granollers y el malagueño suma su primer título en el banquillo
Antonio Carlos Ortega vuelve a tocar la gloria con el Barça. Construyó una carrera de calibre como azulgrana en la pista y ahora trata de levantarla en los banquillos. Ya tiene su primer título como entrenador del gigante catalán, casualidades del destino. La Champions League es donde clubes de este tipo de juegan la grandeza, pero en el resto no tienen permitido fallar. Y el Barcelona se proclamó en el Fernando Argüelles campeón de la Copa del Rey. Hubo espinas en el camino, pero el transatlántico blaugrana volvió a sumar un trofeo a una vitrina abarrotada.
Por más que sea una obligación por presupuesto, potencial y tradición, es crédito para el entrenador malagueño. Un buen chute de confianza para cuando llegue lo gordo. Y prestigio y consolidación de su filosofía en un vestuario que ya lo ganó todo la pasada temporada. Y que vio como se cambiaba de técnico. Pero la apisonadora sigue su marcha, ahora con el sello de Ortega. En la Costa del Sol quizá tocó sufrir más de lo esperado, pero los números no mienten. El primer título se va para la Ciudad Condal. Ahora tocará seguir ajustando la maquinaria porque en otros contextos esta versión no valdrá.
Se plantó con arrojo el Granollers en las tablas antequeranas, en un pabellón coqueto y preparado para la ocasión. La atmósfera idónea para un cita de este calibre, con todos los asientos ocupados. Se ha vivido un buen ambiente en la ciudad, sólo con la pena del Iberoquinoa no le pusiera la guinda en unos cuartos que eran asequibles. Como se contaba, los vallesanos salieron valientes a la pista. Y tenían premio. El ritmo del partido era suyo, las sensaciones también. Apenas una ventaja tuvo el Barça, que iba a contracorriente. N'Guessan era el chaleco salvavidas para los azulgrana, que se veían superados. Había muchas vías de escape.
Lo paraba Ortega porque veía que el rival se crecía, que iba en moto. El marcador entonces era de 8-10. Surtía efecto, en un pestañeo, 10-10. Pero Pol Valera se puso al volante. Maravillosa primera parte del central, que dominaba a su antojo. Un gol de Chema Márquez y otro suyo ponían la máxima al descanso (11-15). Se encendía alguna luz roja, la cara de los jugadores blaugrana transmitía preocupación. La realidad es que habían sido inferiores los primeros 30 minutos. Pero el malagueño tocó teclas en vestuarios, de donde salió un tornado.
Gonzalo Pérez de Vargas puso el cerrojo en su portería y el Barcelona cogió la pista de despegue. En 10 minutos estaban de vuelta con unos minutos arrolladores. Un parcial de 7-3 establecía el 18-18, lo que ya avisaba de lo que venía. Un ciclón. Estiraron hasta el 23-18, cuando Antonio Rama pidió tiempo muerto. Ahí el Fraikin Granollers dio un paso adelante y murió en la orilla, pero con orgullo. Peleó a contracorriente y le honra, pero con un buque así hay que jugar 60 minutos a un nivel muy alto. Un valioso subcampeonato para los vallesanos, que sobrevivieron a un viernes taquicárdico. Merecido campeón el Barça, que tiene un malagueño al mando. Profeta en su tierra Antonio Carlos Ortega.
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