Sole López: "Pienso mucho en qué será mi vida sin el balonmano"
Selección Española
La malagueña habla con 'Málaga Hoy' antes de iniciar su reto más importante, el Europeo de Francia con España
"No se me pasaba por la cabeza, pensaba que nunca llegaría", dice
Sigue cuesta arriba la carrera de Sole López (Málaga, 1992). La extremo abraza su madurez sobre la pista mientras le llueven los reconocimientos. Hace unas semanas al descolgar el teléfono se encontró con la voz de Carlos Viver, que le comunicó que era una de las Guerreras que defenderá a España en el Campeonato de Europa de Francia en unos días. La cúspide de una trayectoria que analiza desde sus inicios.
-Parece que el balonmano le sonríe.
-La verdad es que sí. Creo que estoy pasando por un momento super importante, super feliz, tanto a nivel de club como selección. Después de tantos años de dedicación a este deporte creo que es el momento más importante de mi carrera.
-¿Esperaba que llegara algo así?
-No, si me lo preguntas hace un par de semanas o en verano, no me lo imaginaba.
-Es curioso porque en este camino hubo un momento donde pensó en dejarlo.
-Fueron unos años duros donde tenía la lesión y recaía y recaía y se me volvía a salir el hombro. Yo no quería pasar por quirófano, al final tuve que hacerlo, pero antes de hacerlo si me planteé no pasar y decir 'hasta aquí ha llegado el momento del balonmano, me retiro y ya está'. A día de hoy agradezco a todas esas personas que me impulsaron porque mira donde estoy.
-Hablaba de mejor momento. Fue la mejor extremo izquierdo de la Liga Guerreras Iberdrola, el Rincón se sigue superando y ahora llega esta convocatoria. Poco más se puede pedir.
-Para mí el año pasado ya fue un año magnífico. A nivel individual, pero, sobre todo, colectivo. Seguimos haciendo historia y viviendo momentos bonitos. La Challenge Cup fue algo histórico para nosotras, la Copa de la Reina aquí en Málaga llegando a semifinales y de qué manera... Estos dos últimos años, para mí, son los mejores momentos.
-Por si fuera poco volvió también su hermana, Espe. ¿Cómo vive ella todo esto que le pasa a usted?
-Incluso más que yo. Me hace incluso más ilusión verlos a mis padres cómo lo viven conmigo, cómo lo disfrutan o se emocionan con todo. Llegan a emocionarse con partidos de liga porque lo viven mucho, llevan viviendo mucho balonmano con nosotras durante mucho tiempo. Que esté aquí mi hermana es un plus, un apoyo más dentro del club. Es una de las cosas más grandes que me pueden pasar.
-Si no me equivoco, cuando se concentró por primera vez con España, le mandaba muchos mensajes.
-Super pesada (risas). Me llamaba a todas horas. Yo le explicaba que no le podía coger el teléfono a cada minuto que me llamara. Ella quería que le explicase todo. Que cómo era, que cómo estaba, que cómo convivía con las chicas, que cómo eran los entrenamientos...El primer día sí, pero durante una semana no podía cogerle el teléfono siempre... Después me metía en la cama y pensaba que lo vive igual o más que yo. Esa emoción que tenía me alegra mucho.
-En el Europeo de Francia recoge el testigo de otras malagueñas ilustres como Noelia Oncina, Marta López y Nuria Benzal. ¿Qué siente?
-Es un orgullo como malagueña que soy. Las tres para mí han sido referentes, no sólo en España. Quería seguir sus pasos, llegar donde ellas llegaban. Es un orgullo también representar a Málaga.
-La selección española le llega a los 26 años. Resulta curioso que nunca fuera en categorías inferiores.
-Sí, lo es. Nunca contactaron conmigo, no me lo esperaba. No pensaba con la edad que tenía, aunque no soy mayor, creía que nunca llegaría, no se me pasaba por la cabeza. Pero ahora estoy muy contenta.
-¿Qué pensó cuándo recibió la llamada de Carlos Viver?
-¿Qué pensé? [Resopla] Que todo el trabajo tiene recompensa. Que tantísimo tiempo invertido y tanta dedicación a esto tienen premio. La gente a lo mejor no lo ve, pero nosotras estamos 100% para esto. Mañana y tarde entrenando, cuidándonos para estar bien físicamente. Es un trabajo que haces porque te gusta, pero sí que pensé que ahora llegaba esa recompensa a todo el trabajo.
-¿Es aún consciente de lo que está viviendo?
-El primer día fue el boom con los nervios y los mensajes. No tuve tiempo para ponerme a pensar en la selección porque este mes que teníamos con el Rincón era duro, solo podía cambiar el chip de Liga a Challenge Cup y viceversa. No ha habido tiempo para más, pero es cierto que el primer día estuve pensando cómo sería todo.
-Sí habrá soñado con algunos momentos.
-Aunque parezca raro no lo he pensado mucho. El primer día sí pensaba que quiero aportar al grupo lo máximo posible y que el grupo haga un buen papel en el Europeo. Eso lo que más me importa.
-¿Qué cree que le puede aportar a esta selección?
-Lo mismo que al Rincón Fertilidad. Las ganas, la garra que le pongo a este deporte, velocidad..Mucha alegría con las compañeras, que para mí también es clave.
-El debut hace unas semanas no le fue mal, ¿no?
-No, no me lo esperaba así la verdad. Siempre se puede hacer un poco mejor, pero salí satisfecha. El estreno con Argentina fue muy bonito, no lo voy a olvidar nunca.
-Quería preguntarle por su crecimiento. ¿Cómo lo explica?
-Todo influye. Que el club dé grandes pasos, aunque ellos digan que el mérito es de las jugadoras, está claro que tiene mucha culpa de que tú vayas avanzando. Para mí ellos son los principales culpables de donde estoy llegando, de que vaya a cumplir un sueño. Tanto Pepa Moreno, Diego Carrasco, Carmen Morales de Setién y Manolo Rincón son pilares fundamentales para que nosotras podamos llegar hasta aquí. Que el Rincón Fertilidad siga dando pasos es por todo el trabajo de todos los años que se lleva trabajando, que ahora tienen fruto. Las jugadoras que estamos ahí dentro al final estamos trabajando igual que ellos y llegan recompensas de este tipo.
-El club viene haciendo de trampolín para la carrera de muchas jugadoras. ¿Cuál es el secreto?
-El trabajo. Hay mucha dedicación y el grupo funciona, por lo que las jugadoras individualmente también.
-Vayamos a sus inicios. ¿Cómo empezó en el balonmano?
-En el colegio donde estudiábamos mi hermana y yo el deporte rey era el balonmano como actividad extraescolar. Nos metimos ahí porque nos gustaba, hacíamos muchas más. Poco a poco nos fue gustando más y nos quedamos ahí.
-No se habla mucho de ello, pero tuvo una etapa fuera de Málaga, en Monóvar (Alicante).
-Salimos muy jovencitas, creo que no teníamos ni 18 años, cuando nos fuimos. Salíamos de juveniles y era nuestra primera vez fuera de casa. Nos marchamos para debutar en División de Honor. Fue un gran año donde crecimos y aprendimos muchísimo como jugadoras y como personas.
-Sí es más conocida su pasión por el balonmano. ¿Es una enamorada de este deporte?
-Total. Me encanta, me encanta. Puedo ver partidos y partidos y tirarme horas y horas en mi tiempo libre. También lo utilizo para dormirme. Veo encuentros de todas las ligas y todos los equipos, me gusta seguir las jugadoras españolas que están fuera. Por supuesto, también la Liga Guerreras Iberdrola. Me gusta muchísimo.
-¿Dónde nace eso? ¿En su familia tiene algún antecedente?
-Nada, nosotras empezamos a practicar este deporte. Nuestros hermanos son mayores y también estaban en el mismo colegio y sí que probaron el balonmano, pero no les gustó. No sé bien de donde salió.
-¿Hay alguna liga, equipo o compañera que ve con más asiduidad?
-Últimamente estoy muy enganchada al equipo de Marta López y Alicia Fernández, el Ramnicu Valcea de Rumanía. Me gusta muchísimo. De hecho, siempre que puedo contacto con Marta para que me mande el enlace porque suelen jugar muchos partidos entre semana que puedo verlos. La liga también me gusta mucho. Sigo la francesa, donde está Carmen Martín, veo a Paula García, que estamos mucho en contacto con ella para que nos mande los enlaces. Un poco de todo, pero últimamente el equipo de Marta López nos tiene muy enganchadas a mí y a mi hermana.
-¿No le picó la curiosidad de salir al extranjero y probar nuevas experiencias?
-Nunca. A veces pienso y me siento y analizo y estoy en Málaga, lo tengo todo. ¿Por qué cambiar? No sé si es tener poca ambición, pero lo tengo todo. Tengo mi familia, al club de mi ciudad en la máxima categoría...Un club que cada año se va superando y que cada día quiere más, eso me llama mucho la atención, yo quiero ir de la mano con ellos.
-¿Sus compañeras le dicen que la diferencia es grande?
-Sí. Vamos por buen camino, se han mejorado muchísimas cosas de años atrás, pero todavía queda. A nivel deportivo ves las ligas de fuera y son totalmente diferentes. Muchísimo más físico, las jugadoras son más fuertes y más corpulentas. En el tema económico no me voy a meter porque es lógico. Los sueldos son mucho más altos, pero creo que aquí también se están dando pasos grandes con el tema de salarios y en condiciones de las jugadoras, cada vez son mejores. Hemos dado un paso adelante con la Seguridad Social. Poco a poco vamos avanzando, por el buen camino, pero aún estamos a años luz del extranjero.
-¿Dónde hay más margen de crecimiento?
-Principalmente en patrocinadores, ellos son los que nos tienen que dar ese impulso que fuera lo tienen muchísimo. Aquí desgraciadamente el femenino todavía no está igualado con el masculino, tampoco en el balonmano. Vamos poco a poco, pero avanzando aunque todavía queda.
-Su pasión por el balonmano también llega a la arena.
-También me gusta muchísimo. No es tan serio, me lo tomo más como hobby para pasármelo bien con las compañeras. Es un poco diferente.
-Cuándo haga la maleta, ¿irá ese pañuelo que se ha convertido en un amuleto para usted?
-Maldito pañuelo, en qué momento se sacó [bromea entre risas]. Sí, viene conmigo, claro. Desde que soy pequeñita nosotras cogimos una manía que era coger un trapito y tenerlo en la mano aunque sin hacer nada. Mi hermana ya se quitó esa manía, pero yo todavía no me la he podido quitar. Entonces lo llevo en mi mano derecha y me da seguridad y tranquilidad. Sé que es raro, pero es mi trapito.
-Otra faceta poco conocida suya es que es técnico en Farmacia. ¿Aparcado de momento?
-El año pasado hice las prácticas, acabé y tuve mi titulación. Quería seguir haciendo cursos relacionados con Farmacia para no desvincularme del tema, pero desde que empezamos con el Rincón y ahora con la selección lo he aparcado por un tiempo. Espero que cuando acabe el año y empecemos enero poder retomarlo tranquilamente porque es un tema que, para mí, es super importante.
-¿Le preocupa o piensa mucho en lo que habrá después del balonmano?
-No me preocupa porque sé que si te vas formando y teniendo titulaciones por lo menos te puedes poner a trabajar o a buscar porque tienes algo. Sí pienso más en qué será de mi vida sin el balonmano, ahora mismo no sé cómo será. No me hago una idea. Puede que me acostumbre y disfrute de otras cosas que ahora no estoy disfrutando, pero me preocupa más eso.
-Hablando de balonmano, donde aún le queda tiempo, ¿qué retos se marca?
-Sobre todo disfrutar el día a día. Por ejemplo poder hacer una entrevista y hablar de todo esto que para mí es muy bonito. Seguir consiguiendo éxitos con el Rincón Fertilidad, que cada año nos podamos ir superando. En el Europeo me gustaría traerme una medalla.
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