"Había que tener el corazón caliente y la cabeza fría"

Las primeras palabras que salieron de la boca de Pellegrini al finalizar el encuentro fueron: "¡Vamos, carajo!". Definitivamente, el grito de guerra de Willy Caballero se ha expandido a todos los estamentos del club y afición. Ya más calmado, el chileno compareció ante los medios destacando el gran ambiente de la afición y las claves del partido: "La gente se merecía un triunfo así. Habiendo hecho un mal partido allá aquí, ante un gran equipo, hicimos un partido muy inteligente, con mucha tranquilidad. Supimos manejar la ansiedad y no nos crearon ocasiones de gol. En los primeros minutos perdimos el balón con rapidez pero luego nos tranquilizamos. Había que tener el corazón caliente y la cabeza fría. Estábamos muy confiados en rendir como lo veníamos haciendo, intentando jugar bien y seguir subiendo".

El Ingeniero es su apodo. Él ha encajado a la perfección las piezas de la plantillas pero sin estos mismos jugadores no habría el mismo resultado. "Son ganadores, es la personalidad que tienen. Han pasado por clubes importantes, están obligados siempre a ganar y ahora, en un equipo que juega por primera vez una Champions, cada triunfo vale el doble", dijo un ambicioso Pellegrini, que volvió a recordar aquel mensaje que lanzó por finales de agosto sobre las aspiraciones blanquiazules en la máxima competición continental: "Intentaremos seguir luchando para llegar hasta semifinales. Ya dije que no veníamos a participar, sino a competir".

Preguntado por si tenía alguna preferencia en el sorteo, el chileno dejo entrever que no quiere a Real Madrid y Barcelona pero rindiéndose a la aletoriedad del sorteo y al elevado nivel del resto de rivales: "Sería lo ideal no jugar contra un español, mejor que fuéramos los tres por tres caminos distintos, pero el que toca, toca. Son los siete mejores de Europa".

Por último, Pellegrini hizo mención a las polémicas arbitrales que sucedieron en el encuentro: la roja a Defour y el gol anulado a Saviola, del que dijo que era válido pero no clave en el desarrollo del encuentro. "Siempre jugar con uno menos es complicado pero ya superamos al Oporto antes de la expulsión, por lo demás creo que no hubo dudas en la doble amarilla. El gol legal anulado a Saviola también influye pero no fue ahí donde cambió el encuentro, sino antes", declaró el míster.