Un aviso de tormenta frena a un Jiménez lanzado hacia la cabeza

Después de acabar como un cañón en las últimas jornadas del Bridgestone Invitational, Miguel Ángel Jiménez comenzó ayer su participación en el PGA Championship de Rochester con maneras similares. Al cierre de esta edición, el de Churriana firmaba una tarjeta de -4, a tan sólo un golpe de los líderes, Jim Furyk y Adam Scott. Su meteórica marcha hacia la cabeza de la clasificación quedó truncada cuando encaraba el decimotercer hoyo y el juego quedó interrumpido por la alerta de una tormenta eléctrica.

El recorrido del malagueño, que comenzó en el turno de tarde (a las 13:15, hora americana), fue un claro ejemplo de lo mejor y lo peor de su juego. Tras cerrar el primer par con un bogey, enlazó cinco birdies consecutivos, incluido el hoyo 3, de sólo tres impactos. Justo cuando tenía el liderato en su mano, en el séptimo cometió un doble bogey contra pronóstico que le alejó temporalmente de los primeros puestos de la tabla.

Sin llegar a la excelencia de los anteriores recorridos, volvió a estabilizar su golf. Así logró un par de birdies más que le devolvieron al -4 con el que veía de cerca al americano Furyk, quien ya completó su jornada (a Adam Scott aún le quedaban ocho para terminar su jornada).

A la espera de la reanudación, una vez más Jiménez figuraba como el español más destacado por delante de Rafael Cabrera (-2) y Sergio García (-1). Sorprendió el decepcionante inicio de Tiger Woods. Tras arrasar en el anterior PGA, su mala jornada se tradujo en 71 impactos, uno por encima del par del campo.