El truculento fichaje de Dario Saric

El culebrón de Dario Saric ya acabó oficialmente. La joven estrella croata por la que suspiraba Jasmin Repesa para reforzar al Unicaja ya es jugador del Cibona de Zagreb. El histórico club croata, que la semana pasada vio cómo el ex cajista Veljko Mrsic se marchó del banquillo porque no se había pagado desde que comenzó la temporada, abona 550.000 euros al KK Zagreb.

¿De dónde sale entonces el dinero? De una empresa de seguridad, "Klemm Security". Su propietario, Josip Klemm, es un hincha del Cibona y un admirador del juego de Saric. Nunca había patrocinado ningún evento deportivo ni había intervenido en operaciones, pero ha decidido llevar a cabo una inversión con altas garantías de retorno. Se garantiza recuperar esa cantidad si el jugador se marcha a la NBA.

Es el punto final a una truculenta operación. El jugador pertenecía al KK Zagreb, pero desde el verano entrenaba con el KK Split y fue sancionado por jugar un amistoso. Estuvo unos días entrenando en Estambul con el Fenerbahce, otro de sus aspirante. Pero finalmente permanecerá en Zagreb, con una salida asequible para marcharse a la NBA, su objetivo declarado. "Si me garantizan el Top 10 en el próximo draft, iré a la NBA en verano", decía Saric, considerado un potencial dominador en el basket europeo a corto plazo. No vino a Málaga, como era el deseo de Repesa, pese a que estaba dispuesto.