La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
José Rafael Ortiz Rijos sólo jugó una temporada en Málaga, la 1993/94, la previa al mítico subcampeonato. Piculín dejó una huella imborrable a todos los que lo trataron por aquí. Gente que todavía pervive en el club o le trató, fueran compañeros, miembros del club o prensa, sólo tienen parabienes para la bonhomía del puertorriqueño. "El cuarto entrenador" cuentan que le llamaban porque no paraba de hablar sobre tácticas, sobre sus batallas pasadas o con sus consejos. Pero especialmente los más jóvenes que entonces forjaban un equipo inolvidable, como Nacho Rodríguez, Dani Romero, Curro Ávalos o Gaby Ruiz, guardan un recuerdo muy entrañable sobre la figura del pívot caribeño.
A sus 49 años, Piculín, un interior de refinados fundamentos que jugó profesionalmente hasta pasados los 40 y que también estuvo en el Madrid, el Barcelona y el CAI, atraviesa sus momentos más duros. Hace algo más de un año fue detenido por posesión de 218 plantas de marihuana para la venta. Eran cultivadas en su casa para la venta posterior. Se calcula que el valor en el mercado negro era de 150.000 dólares
Justamente el jueves por la tarde, madrugada ya en España, se conoció la sentencia de la justicia tras el pertinente juicio en San Juan de Puerto Rico. Cumplirá seis meses de cárcel, aunque ya lleva cinco y le queda sólo uno más. Además, nueve meses de arresto domiciliario en un centro de rehabilitación, cuatro años de libertad supervisada, periodo durante el que no podrá reincidir en los controles periódicos sobre consumo de drogas a los que será sometido, y 600 horas de servicio comunitario.
El caso de Piculín conmocionó a la opinión pública puertorriqueña. Allí es considerado un mito. Con 41 años aún jugó en los Juegos Olímpicos de Atenas, participando en una inolvidable victoria sobre Estados Unidos. Su debut internacional, con 20 años, fue en 1983. Fue el primer jugador de Puerto Rico seleccionado en el draft de la NBA y jugó dos temporadas en Utah Jazz. Además de en España, también en Grecia y Venezuela desplegó su juego. Su caso ha copado portadas de periódico y varios de sus compañeros en la selección acudieron ayer a la lectura de la sentencia para mostrarle su apoyo.
Piculín jugó 32 partidos con la camiseta del Unicaja, en los que promedió 13.5 puntos y 5.7 rebotes en 30 minutos. Ahora se enfrenta a su partido más decisivo, fuera de las canchas.
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