El vigor de Samu y el gol de Juanmi no bastan
Schuster sorprende con los dos canteranos en el once y estos responden con una buena actuación El de Coín ya lleva dos tantos en 136 minutos
Sorprendió Bernd Schuster con el once. Se esperaba a Roque Santa Cruz en punta y saltó Juanmi al césped; en lugar de Fabrice, como en recientes jornadas, o Morales, indultado, el alemán le cedió la banda derecha a Samuel. Dos chavales veinteañeros, ambos de la tierra, que han mamado malaguismo, uno de pueblo y otro de un barrio humilde de la capital, lideraron el ataque del Málaga frente al Athletic. Cumplieron con nota, pese a la derrota cosechada finalmente frente al bloque vasco.
Juanmi y Samuel se unieron a dos imprescindibles para Schuster como son Portillo y Darder. El Málaga se rejuveneció ante el Athletic. La apuesta del técnico alemán salió bien hasta el minuto 67, cuando San José empató. Ante el empuje visitante, el conjunto blanquiazul se apostó en los dominios de Caballero y terminó claudicando. El Málaga regaló un triunfo a los leones y volvió a cabrear a los valientes que decidieron combatir el frío para ocupar su sitio en La Rosaleda. Estos aficionados se fijaron con especial atención en Juanmi y Samu, las novedades de la noche.
Samu, a diferencia de otras ocasiones, fue situado por Schuster en banda. Empezó en la derecha y acabó en la izquierda. Tímido al comienzo, se animó con el paso de los minutos. El de la Luz estuvo activo, se asoció, mostró atrevimiento con el balón en los pies pero, sobre todo, ayudó a su par a contener al Athletic. Siempre echó una mano a Angeleri y Antunes. Fruto de esta intensidad vio la amarilla poco antes del descanso, tras una falta a Balenziaga. En la segunda parte tuvo un par de arrancadas hacia la meta de Gorka, aunque no finalizó ninguna. Fue sustituido en el 86. Con 1-2, Schuster optó por introducir a Camacho. Notable para Samu, que dio motivos a Schuster para repetir en Villarreal.
Juanmi también sale indemne de la derrota. Antes del gol, tuvo una oportunidad clara que no acertó a rematar bien. Poco antes del descanso midió los tiempos como un veterano y abrió la lata con un cabezazo esplendoroso. En la segunda parte se desmarcó y combinó, pero careció de ocasiones. Dos dianas en 136 minutos.
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