La vuelta del hijo pródigo

Alrededor de las 16:25 de ayer, el vuelo procedente de Kaunas pisó el Aeropuerto Pablo Ruiz Picasso de Málaga y, con él, se consumó la vuelta a casa de uno de los grandes valores que ha emigrado de Los Guindos tentado por los flashes de la NBA: Domantas Sabonis.

Hace dos años ya desde que el ala-pívot confirmase que rechazaba la oferta del Unicaja para jugar en el baloncesto universitario norteamericano. Firmó por los Bulldogs de Gonzaga y allí ha cuajado dos buenas temporadas que le han valido dar el salto definitivo que tantos persiguen y no todos logran. Tras ser elegido por Orlando en puesto número once de la elección universitaria, fue traspasado a Oklahoma, donde cumplirá el sueño de jugar con las estrellas.

Conforme apareció por la puerta de llegadas, Sabonis celebró con su acento malagueño volver a la capital de la Costa del Sol por unos días: "Estoy muy contento de regresar y poder jugar en el Carpena. Siempre he querido venir y jugar un partido aquí, con todos los fans".

Domas publicó hace unas tres semanas una carta en la que agradecía al Unicaja y su afición, definiéndolos como aquellos que lo habían "ayudado a llegar" a la NBA. Fue una reacción inmediata a la elección en el draft. En su escrito, destacaba las ganas de poder repetir sus palabras personalmente. Así lo hizo. "Es imposible olvidarse. Me crié aquí, quería dar las gracias a todos los entrenadores que desde chico me ayudaron a formarme y llegar donde estoy ahora", destacó camino al autobús que les llevaría a su hotel de concentración, el Tryp Guadalmar. Allí están pasando estos días de preparación antes de jugar mañana contra España desde las 20:45 en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.

Después de este tiempo, además de alegrarse por volver a la que fue su casa desde la infancia, Sabonis habló de la hoja de ruta seguida por Estados Unidos. "Estoy muy contento por el paso a la NBA. Todo ha ido como estaba planeado estos dos últimos años", destacó.

Con Lituania llega a Málaga otro de los que han dejado huella. Mindaugas Kuzminskas abandonó el Unicaja este verano en unas circunstancias complicadas. No renovó contrato y fue relacionado con varios clubes de Euroliga. Incluso se dio por hecho su fichaje por el Darussafaka Dogus. Sin embargo, el alero tuvo la oportunidad de marchar rumbo a la NBA para jugar en los New York Knicks de Carmelo Anthony, Derrick Rose o incluso el ex sevillista Porzingis.

Kuza ha dado el salto a la misma vez que Sabonis. Dos inseparables se reencuentran al otro lado del charco. "Es todo perfecto. Es volver a ver a uno de mis mejores amigos y estar en la misma liga es una alegría. Me ha preguntado mucho, hemos hablado un poco de todo. De vivir allí, del baloncesto, los entrenadores... Está muy contento por que vaya a Nueva York y yo estoy muy feliz por él", destacó el ya jugador de Oklahoma.

Y si dos eran pocos, se juntarán tres de Los Guindos en la mejor liga del mundo. Álex Abrines deja el Barça Lassa para acompañar a Sabonis en los Thunder de Russell Westbrook. Otro motivo de celebración para el lituano: "Estoy muy contento por él. Lo conozco de cuando estuvo aquí en la cantera del Unicaja y el hecho de tener a alguien que conoces allí en tu primer año de rookie nos va a ayudar a los dos".

La presencia de Abrines y Sabonis en la NBA es un éxito histórico para Los Guindos. Y es que de todos los baloncestistas que pasaron su etapa de formación por Málaga, solo han conseguido debutar como jugadores de la NBA Vitor Faverani y Kuzmic. Antes de que arranque la liga, al lituano le queda aún otra parada por España: será en octubre para jugar con Barcelona y Madrid.